— ¿Duele?
Kyungsoo arquea una ceja observando un instante a Minseok antes de volver a su vista a su pequeña princesa, Kim Soo Jin había nacido con la imagen de Kyungsoo pero el hambre y las manías de Jongin.
— Tú fuiste quien me asistió, ¿te pareció que andaba muy contento ahí pujando?
Minseok traga su bocado de avena con yogur sin masticar.
Los antojos habían pasado, de forma milagrosa a Jongdae, era él quien ahora se empanzurraba de antojos extraños.
— Pues no es que sonrías mucho que digamos, incluso te vi más expresivo que nunca.
Minseok bromea porque sabe que Soo solamente fruncirá el ceño un segundo y al otro, su pequeña lo estará buscando para hacerlo sonreír.
— Para tener casi tres meses, andas muy efusivo, ya veremos cómo estará Jongdae del sexto para adelante.
— ¿Y por qué mi esposo?
— Porque así como van, así como es Jongdae de apegado a ti, será quien sufra tu parto.
— Lo dices porque así fue con Jongin.
— Exacto.
Minseok no dice más.
Sus ojos se centran en la imagen de la pequeña jugando con los dedos de su padre mientras abre sus labios pequeños, de forma de corazoncito para comer su desayuno.
Suspira colocando sus manos por inercia en su vientre cuando la hija de sus amigos mueve sus piecitos, ¿cómo se sentirá cuando comiencen a moverse sus hijos?
— Minnie...¿estás llorando?
Minseok se toca las mejillas húmedas por las lágrimas inconscientes que han bajado.
— Yo ...no sé qué me pasa...
Soo sonríe, de esas pocas sonrisas que Minseok ha visto dedicadas a alguien más que no sea Jongin, coloca su mano libre sobre la ajena y deja pequeñas caricias a modo de consuelo.
— Ya falta poco...
— M-Me faltan...seis o-o siete meses....
— No hablo de eso...
— ¿Entonces?
—En tres, dos...uno...
Minseok mira curioso a su compadre pero antes de que pueda preguntar, las puertas se abren y un Jongdae moquiento aparece.
— ¡Minnie! ¡Me dormí en el trabajo y soñé que mis bodoquitos habían nacido y yo no estaba y... Mi amor, mi bebé...mi vida...¿por qué lloras?
— Porque no sé...no sé que me pasa...
— Yo dejé a Junmyeon abandonado en el trabajo para venirte a ver porque ya no podía estar sin ti ni un segundo...
— Esto es penoso.
Kyungsoo ni siquiera se despide porque el par de melosos que tiene como amigos se comienza a llenar de besos y abrazos que le causa asco tanta melosidad.
— Dae... Mi dinosaurito hermoso...
— Amo cuando me llamas así...me siento todo niño y querido...
— ¿Shi?
— Shi mi amor ...
Y Minseok se dedica a dejar besos en el rostro lloroso de Jongdae sentando entre sus piernas, acurrucado como un niño pequeño.
Uno inocente y ado....
— Quiero morderte todo todito, y darte fuerte, duro y caliente hasta hacer que te vengas muchas veces sin tocarte tu cosita sabrosa...
La dulce vida de los recién casados.
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Entre dinosaurios y doctores | ChenMin
Hayran KurguJongdae había estado enfermo. Minseok fue su doctor. Dicen que en la prehistoria no habían doctores. Dicen que en el presente no hay dinosaurios. - ¡ Ah waeeeee! - ¡Deja de correr! ¡Tengo que ponerte la inyección! •••••• Vivencias de un doctor que...