LXIII

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— ¿Podrías calmarte? Hasta siento que está temblando de tanto que mueves la pierna como viejita en máquina de coser. No manches.


Dae está rascándose la pancita estirando los pies en la incómoda silla del hospital.

Está siendo el "apoyo emocional" de Jongin en este momento.

—Pero, pero, pero, pero... ¡Mi esposo y mi bebé!


Jongdae asiente dándole una palmadita en el hombro a su amigo, ¿qué más podría hacer cuando uno de sus amigos está dando a luz?


Bueno, más bien, están rajándole la panza para sacarle al pequeño bebé, que según Dae, será igual de güerejo que Kyungsoo porque si es canela como Jongin va a perder la apuesta con Yeol.

— Están bien. Estarán bien y lo sabes, nada ganas con preocuparte mientras ellos necesitan que estés cuando los veas.



— Llevan dos horas y...



— ¿Y no te dijo Minnie que es tiempo promedio?




Jongin asiente mordiéndose los labios y apretando con fuerza el ramo de flores que tiene en sus manos, las pobres rosas casi están muriendo sofocadas.



— ¿A dónde está Minseok hyung?

Dae suspira, internamente está nervioso también, pero no puede dejarse ver así, y menos ante Jongin que de tan nervioso se pone más pendejo de lo que de por sí ya es.


— ¿Quién crees que es el auxiliar de parto de Insung?


Dae intenta no reírse del tic en el ojo que aparece en Jongin ante la mención del susodicho.


— Ya compadre, está en buenas manos.

— Cuando Minseok hyung tenga a tus hijos, ¿estarás así de tranquilo?



Para Dae el tiempo se detiene mientras piensa en esa pregunta. Le ataca el pavor de pensar que su Minnie pase dolor, que tenga él tenga que estar sentado mientras Minseok está en una sala de cirugías y no siendo el cirujano.



Le da miedo pensar que algo pueda salir mal.



Dae entiende lo que está pasando Jongin, lo hace, pero sí ve que pierde el control, ¿qué clase de amigo sería?

No puede hacer nada más que sonreírle y poner su mano sobre la cabeza del menor.



— Voy a estar peor que tú.

Jongin se sorprende, pero la voz de Minseok lo interrumpe.

— Jongin...


— ¿Ya...ya...ya na...

— Te están esperando...



El ramo de rosas se estampa en la cara de Dae.


— ¡Tiene espinas !



Pero Jongin no escucha porque ha salido corriendo.



Dae sonríe, está feliz por sus amigos.

— Amor...


— Minnie...quiero estar ahí.


— Oh, claro....ya puedes entrar... Ganaste la apuesta y...


— No, no...bueno sí, pero...me refiero a que cuando los nuestros nazcan, quiero estar ahí contigo...


— ¿En ...


— Sí, yo quiero ver como nace la segunda personita más importante en mi mundo...


— Dae...

— Quiero estar contigo, en ese momento y siempre.


Falta un mes para su boda.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora