LXVIII

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Aunque tenga cara de, Sehun no es ningún pendejo, que se apendeje es otra cosa.



Pero mientras observa a Baek enseñarle como modelar lencería a Minseok, no deja de ver cómo el futuro mareado de Jongdae come las manzanas cubiertas de caramelo con mucho empeño.




— Entonces, así es como debes hacerlo, le cacheteas suavecito para se te luzca en la nalga el encaje y no se te meta.




— ¡Baek!





Minseok se sonroja inflando sus mejillas, Sehun no tiende cómo es que él es el mayor de todos ahí.




— Mm...




La quinta manzana pasa a manos de Minseok y ahora Sehun está 100% seguro, pufff como que es el médico más buenazo del hospital.




Todo mundo le envidia sus piernas.






— Hyung...




Quedito, mientras Baek está sacando de las cajas un babydoll rosa, se sienta más cerquita de Minseok.





— ¿Cuánto?





Minseok arquea las cejas con los labios llenos del dulce y también del chamoy que cubren las manzanas haciéndolo ver adorable, tierno, apachurrable...





— ¿Qué?




— No te hagas, tú estás...






Minseok abre grande sus ojos.





Las piernas largas y esbeltas es una cosa...pero esos ojos, unos ojos tan bonitos, cualquiera tiene envidia.




— ¿Cómo...






— También soy médico, ¿Dae lo sabe?





Minseok niega, porque no le ha dicho a nadie. Toca muy suave su vientre y suspira.


Se siente bien, es como si las mariposas se volviesen una pequeña bolita en su pancita, que crece, que vive...que se está convirtiendo en la muestra viva y pura de su amor.


Ahora...en sus labios hay cuatro palabras que solamente a Jongdae quiere decirle.




Faltan 20 días para la boda.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora