XXIII

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— Minnie...



Jongdae se aferraba a un estresado Minseok que intentaba dejar en orden sus expedientes antes de ir a cenar con su novio.



— Ya no me falta mucho, ¿podrías soltarme un poco?




— Ño. Me costó trabajo enamorarte como para dejarte ir de mis manos.




Y bueno, sentir que el rostro ardía y que el corazón latía como loco por aquellas palabras era algo tan cotidiano para Minseok desde hace días.





— Necesito mi mano...es... Jong...




— Ño, estás muy suavecito, y amo tomarte de la mano.




Dejando de lado los juegos, Jongdae tomaba con ambas manos la de su doctor amado para dejar un beso en su dorso y abrazarla, colocándola ahí...




Cerca de su corazón.



— Esto es mejor que mil taquitos al pastor...











Taquitos al pastor son... ♥

 ♥

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Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora