Jongdae había estado enfermo.
Minseok fue su doctor.
Dicen que en la prehistoria no habían doctores.
Dicen que en el presente no hay dinosaurios.
- ¡ Ah waeeeee!
- ¡Deja de correr! ¡Tengo que ponerte la inyección!
••••••
Vivencias de un doctor que...
Recuerda la mañana de hace dos días, cuando el tipo que sostiene el hombro de su esposo llegó de la nada. Gruñe recordando la emoción de Dae al verlo, y bueno, no puede evitar sentirse algo inferior cuando nota las curvas bastantes marcadas que el tipo tiene.
Jongdae lo había presentado como su amigo de secundaria, pero Junmyeon le había expresado ese mismo día que el tal Taemin había sido, no sólo el amigo de su esposo, sino también, un crush, pasajero, pero un crush de aquel momento.
Y es por eso que Minseok se encuentra incómodo, queriendo que las manos delgadas del hombre se alejen de su esposo.
Y no, no es que desconfíe de Dae, es sólo que ha notado como Taemin mueve sus ojos analizando la figura de su hombre y ha visto la extensa escena de coqueteo frente a sus ojos que su estómago se revuelve lo suficiente como para ponerse de pie y abotonar el maldito traje que trae puesto.
La noche del aniversario de la empresa de su suegro se había extendido demasiado.
—Vamos Min, tú puedes.
Suspira buscando confianza avanzando. Sus pasos se hacen más lentos hasta que llega al lado de su esposo, no puede evitar sonrojarse por la mirada curiosa que Junmyeon le lanza, pero el sonrojo desaparece tan rápido como la mirada de Taemin se centra en él.
¿Curvas bonitas?
Minseok sonríe con autoridad aferrándose del brazo de su esposo y acercando sus labios a su oído.
Jongdae se ha quedado callado.
Había estado inquieto e incómodo, y pese a que su amigo es una propuesta interesante en los negocios, él prefería estar con su esposo.
Oh, su dulce esposo....
Minseok tan dulce, tan lindo, tierno y especial y a la vez tan peligroso y seductor. Tan adictivo con esa voz suave que se funde en su piel, que le incita a temblar, a ladear su rostro y observar esas pupilas dilatadas.
Con los labios entreabiertos como una invitación.
—Dae, ¿entonces qué dices?
Taemin puede ser insistente, tanto como lo quiera ser, pero Jongdae es un cabellero y un hombre de negocios bastante frío y calculador, contrario a su actitud diaria.
— No me interesa. No logras convencerme con el margen de beneficio que ofreces.
—Pero...
—Junmyeon te puede orientar mejor.
Junmyeon sonríe mirando a su cuñado llevarse a su hermano con una especie de hechizo que seduce y lo controla, tal como Yixing lo hace con él. Taemin observa la escena sorprendido y sí, bastante ofendido.
—¿Qué fue eso?
—No sé de qué hablas...
Minseok juega con la pajarilla de su esposo evitando verlo a los ojos, prefiere desabotonar la bonita camisa para iniciar una poco sutil sesión de besos.
—Oh, sí lo sabes mi amor, sabes bien que es lo que has hecho... Ah... Verga...
—No, no he hecho nada.
Jongdae no insiste, prefiere dedicarse a disfrutar de los besos en medio del pasillo, de mover sus manos y gozar del maldito traje de su esposo que resalta las perfectas curvas de sus caderas y sus carnosos muslos, a elevar su imaginación cuando las manos se cuelan por la tela y no encuentra nada más abajo que la suave piel expuesta.
Minseok sabe que tiene más que unas curvas perfectas.
•••
Minseok celoso da vida.
Vamos a hacer una sesión de preguntas y respuestas, así que pongas sus dudas, comentarios y más aquí y las iremos respondiendo con Dae y Min.
Por último...
Estoy teniendo un mega crush con Lucifer de Hazbin Hotel.
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