Entre dinosaurios y doctores | ChenMin

CXV

Jongdae cierra los ojos después de que la irradiante luz del lugar le cegó. 

Hay una extraña sensación que entumece su cuerpo y no puede evitar pensar en que hay algo diferente en él. 

Se siente agotado, pero bien. 

En el silencio de la habitación, con los párpados aun cerrados recuerda lentamente como su cuerpo se quedó dormido después de que el médico le puso la mascarilla, eso no es el mejor recuerdo que podría tener. 

Entonces se quedó dormido y no tuvo noción de nada, hasta ahora. 

Cirugía. Anestesia. Dolor en su espalda baja. Riñón. Minseok.

-¡Minnie!

Se levanta de golpe y el dolor en su cuerpo podría esperar un poco más porque Jongdae tiene que encontrar a su esposo. No sabe cómo lo hace pero está arrastrando el suero por el pasillo sintiéndose ansioso con cada paso que da. 

Tiene que saber que está bien, que está sano, que está...

-Kim Jongdae, ¿qué crees que haces? 

Kim Kyungsoo luce bastante gracioso con esa bata que le cubre casi por completo.

-T-Tú...de-debes...-Jongdae toca su garganta, ¿por qué no puede hablar?

-Es normal que tengas la garganta seca, son secuelas de la anestesia, así como espero que lo sea tu estupidez de deambular por el área de recuperación. -Kyungsoo da miedo. Da mucho miedo para ser tan enano.

Pero a Dae no le importa que Kyungsoo quiera golpearlo, él tiene un prioridad y se llama...

-¡Minnie! 

Kyungsoo deja la expresión parca y asiente, suspira y con lo que parece una risa silenciosa lo toma del brazo y lo guía a la puerta al lado de la suya, Dae intenta no brincar cuando observa a su esposo sentado comiendo un tazón de frutas.

Minseok se observa bien, un poco más delgado porque sus mofletes están caído, pero eso no le quita su hermosura, por el contrario, cuando Dae hace un amago de hablar es que Minseok deja de lado su comida. 

-Amor...

A Minseok se le aguan los ojos, ¿qué hace su esposo ahí? 

-Minnie, ¡Kyungsoo me pegó!

Bueno, Dae ya puede hablar. 

Kyungsoo abre los labios sorprendido por la falsa acusación pero no dice nada porque la habitación se llena de la risa de los esposo y él sabe que sobra ahí, así que solo lanza una mirada asesina antes de salir y dejarlos solos, escucha las risas de ambos y cierra la puerta justo a tiempo.

-Mi amor...yo...

-Ya estamos bien mi amor.

-Sí, sí. Lo estamos Minnie.

-No llores bebé, ya nada malo va a pasar.

Dae asiente acercándose a él, a esos labios algo pálidos y secos, pero igual de dulces al contacto. 

Y sabe que está bien, que está perfecto y que cada parte de Minseok ha encajado igual bien en su cuerpo como en su vida. 

Minseok es la pieza perfecta en su rompecabezas.

-¿Entonces Soo te pegó?

-Agarró la chancla y me chancleo, hay que acusarlo con su papá negro. Que lo latiguee hasta dejarle las nalgas rojas como esa vez en la que te amarré a la cama y estaban tus papás en la habitación de al lado y...

-¡Ya, Kim Jongdae!

Min sonríe, este es su Dae.