CAPÍTULO 12: El señor

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AGONEY

Sería la primera vez que a Agoney le hacía gracia que le dijeran Agonias. Pero es que sentía que no lo hacía para burlarse de él. Aún así decidió hacerse el ofendido y no contestar al rubio. Le gustaba picarse con él y estaba entusiasmado con tener un nuevo amigo, una oportunidad de poder ser el mismo y poder mostrarse tal como él quiere no como quieren los demás. Aunque aún no estaba seguro de si contarle "todo" sobre él, pues no quería que dejara de ser su amigo, ahora que había encontrado uno. No tenía un amigo chico desde el colegio, y solo porque todos pensaban que como era gay, ya tenían que gustarle todos los chicos. 

- ¿En que piensas tanto?- Mimi y Agoney se encontraban en el recreo comiendo sus bocadillos y Agoney estaba extrañamente callado.- ¡Ya sé! ¡Estas pensando en el rubio de la academia!

- ¿Qué dices?- Agoney subió su voz tres octavas, lo hacía siempre que se ponía nervioso.- No estaba pensando en él... Bueno a lo mejor un poco pero...

- ¡Lo sabía!¿ Te mola?- Sabía que Mimi lo decía de broma, pero le molestaba un poco que dijera eso.- Es bromaaaa. ¿Y te cae bien?

- La verdad es que me equivocaba con él. Es bastante simpático y aprende rápido. Además  nos hemos hecho amigos y me ha añadido a sus contactos como Agonias- Agoney soltó una carcajada y Mimi le miró con la ceja enarcada.- La verdad es que no me lo he tomado a mal, yo también le he añadido con otro nombre.

Agoney le enseño la  conversación que habían tenido, pero Mimi estaba másinteresada en mirar la foto de perfil del chico.

-¡Que mono!- Raoul salía con el flequillo rubio despeinado tapándole media cara. -  ¿A ti no te gustaban los rubios?

- ¡Mimi! Amigos, solo somos amigos.- El timbre sonó anunciando la próxima la clase.

A las dos y media ya estaba emprendiendo el camino a dirección. Llamó a la puerta del despacho de su madre y, después de oír un "adelante", abrió la puerta y se encaró a su madre.

- ¿Te van a echar?-Su madre se quedó con la boca abierta y se levantó de su asiento para cerrar la puerta. Después le dijo a Agoney que se sentara.

- ¿Por qué dices eso?

-Os oí a ti y a Pablo hablar.- Agoney recordó las conversación del otro día.- ¿Por qué? 

- Cariño es complicado, pero no te preocupes vale, porque encontraré otra cosa.- Noemi sonrió, pero como a su hijo, se le daba mal mentir.- Bueno y ahora tira para casa que tu padre ha hecho tortilla de papas.

Después de comer (y repetir) preparó la mochila para ir a la academia, acordándose de meter el folleto del concurso.  También aprovecho lo que quedaba de tiempo para buscar la canción perfecta para cantar. Se le pasó el tiempo volando y cuando quiso darse cuenta ya eran las 4:30 y se tenía que ir.

No sabía que hacia el rubio para ir siempre tan bien peinado. A él le costaba un tiempo cada mañana para que su pelo no pareciera un nido de pájaros y aún así nunca acababa por gustarle el resultado y andaba siempre tocándose el pelo. Raoul le saludó y se sentó junto a él al piano. Agoney no paraba de tocarse las manos y Raoul notó que estaba nervioso. 

- ¿Que te pasa?- Había dejado su mochila apoyada en el piano, como siempre y se había sentado de lado en el pequeño asiento para mirar a la cara a Agoney.

- Es que... te-te quería comentar una cosa.- Agoney se mordió el labio inferior y se puso a buscar el folleto en su mochila. No sabía porque estaba tan nervioso si ya le había oído cantar.- He pensado en apuntarme.

Le dio el papel, y mientras él lo leía, intentaba descifrar que le parecía por sus caras.

- ¡Que guay! Seguro que ganas.- Agoney suspiró. No entendía porque necesitaba su aprobación, pero tenerla le daba un poco más de seguridad.- ¿Ya has grabado el vídeo?

- No, por eso quería decírtelo. ¿Po-podrías ayudarme?- Agoney inclino la cabeza  y hizo una media sonrisa.

- !Pues claro! ¡Y te lo edito también!- Agoney no estaba seguro si lo decía en serio, pues Raoul estaba sonriendo mucho.

- Oye, que si no quieres no pasa nada...

- Pero que dices, te he dicho que si. Jajaja. No se donde lo ibas a grabar pero si quieres puedes venir a mi casa que tengo un estudio y tiene muy buena acústica. Además tengo un micro. ¡Buah que guay!

Agoney soltó una carcajada, parecía que el rubio estaba más emocionado que él. 

- Muchas gracias, de verdad.

- Por cierto quiero ver como cambias el nombre de mi contacto eh.- Agoney rió y le tendió su móvil a Raoul, pero antes de que pudiera cogerlo, lo apartó.

- Dame el tuyo para que pueda cambiar el mio también.- Raoul refunfuño pero acabó cediendo. 

El fondo de pantalla de Raoul era él mismo de pequeño y otro señor juntos, el señor tocaba el piano mientras un enano  Raoul le miraba con una sonrisa. Se quedó mirando el móvil con una sonrisa boba en la cara y no se dio cuenta hasta que Raoul le devolvió el móvil.

-  ¡Ya está! He puesto "tu mejor amigo Raoul". Jajaja.- Agoney miró el contacto y negó con la cabeza. Rápidamente, cambio el suyo por "Agoney" y le devolvió el móvil.

- ¿Con quien estás en la foto?- Agoney señalo el fondo y la cara de Raoul se puso seria de golpe.- Si no me lo quieres decir no pa...

- Es mi abuelo.-  Raoul no le dejó ni acabar de hablar. Guardó el móvil en el bolsillo del pantalón y puso las manos en el piano.- Bueno... era. Era mi abuelo. Está muerto.

Agoney no sabía que decir. Le sabía mal haber preguntado pero ya no podía hacer nada. Sabía lo mal que se pasaba cuando se moría alguien a quien quieres.

- ¿Te sabes está canción?- Raoul empezó a tocar una melodía que a Agoney no le sonaba, negó con la cabeza y se acercó un poco más a Raoul.- Era la canción favorita de mi abuelo. ¿Quieres que te la cante?

 Agoney no lo dudo ni un segundo y asintió con la cabeza. No le salían las palabras y, en cuanto Raoul comenzó a cantar se apoyo en el hombro del rubio cerrando los ojos y sintiendo la canción.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora