AGONEY
Había pasado los dos últimos días ensayando en la academia, con Raoul de jurado, grabándose para después verlo, e intentando que no le comieran los nervios. El concurso, o mejor dicho, el concierto, era el lunes por la noche. El martes no había clase, así que podría estar hasta tarde por allí sin preocuparse por la hora.
Su madre ya estaba en casa y estaría de baja un mes. Aún no le había dicho nada del concurso, le daba vergüenza que fueran a verle, además, si no ganaba, no habría valido la pena tanto esfuerzo.
El viernes quedó con Mimi para enseñarle la canción, y por supuesto se llevó a Ana con ella. Raoul no le había dicho nada, así que no esperó a que viniera. A Agoney no le importó, ya le había ayudado bastante, y llevaba bastante bien la canción.
- Ay, el canario, que va a petarlo en ese concierto.- Ana le animó desde el sofá donde se había sentado con Mimi, quien le miraba con una sonrisa orgullosa.
- Si es que cantas como una autentica diva, el mejor.- Agoney les sonrío un poco avergonzado.
- Gracias chicas de verdad. ¿Irán a verme?
- Pues claro, no nos lo perdemos.
Fueron a tomar algo a una cafetería. Por una vez Agoney sentía que era el centro de atención y eso le gustaba. Las chicas no estaban excesivamente cariñosas y no estuvo de sujetavelas. Aún así, echo de menos a Raoul. No le había contestado los mensajes todavía, y no sabía nada de él desde el día anterior. Intentó distraerse y se dejo llevar por las chicas, quienes fueron a un local de recreativas. Antes de entrar envió un último mensaje a Raoul, esperando que aquella vez le respondiera.
Yo: Raoul cada vez me sale mejor la canción!
Yo: Mimi dice que seguro que gano y me hago famoso
Yo: También dice que cuando me haga rico le invite a mi mansión jajaja
Sonrió al escribir lo último, realmente Mimi le había dicho eso, pero ni él mismo creía que iba a triunfar tanto. Aún así, le hizo ilusión que tuviera esas expectativas con él, aunque eso aumentara la presión para que lo hiciera bien. Iba a volver a entrar y apagar el móvil cuando Raoul le respondió.
Rubio: Pues disfruta de tu dinero.
Volvió a leer el mensaje y esperó que aclarara que era algún tipo de broma, pero se había desconectado. Había sido un mensaje muy frío, incluso borde. Respiró un momento, intentando no agobiarse, podría ser una broma y que luego le llamara. No tenía porque haberse enfadado, él no había echo nada. O a lo mejor si y no se había dado cuenta. Se mordió el labio y apagó el teléfono. No podía empezar a comerse la cabeza, no cuando ya había dejado atrás los insultos de sus compañeros de clase, no cuando empezaba a quererse a si mismo por encima de los demás. No podía dejar que eso le afectara tanto.
Pero era Raoul, y le importaba demasiado.
Encendió el móvil otra vez y buscó su número en contactos, pero al marcar una voz le dijo que el teléfono se encontraba apagado fuera de cobertura.
- ¡Mierda!
Estaba a punto de ir a buscarlo a su casa, para que por lo menos, si era una broma, que lo supiera. Y que si estaba enfadado con él le perdonara. Pero entonces Ana salió y le vio parado en la puerta.
- ¿Por que sigues aquí? Mimi ha cambiado veinte euros en monedas, está loca, pero dice que va a compartir.- Ana sonreía e intentaba animar al canario.
- Ya... creo que me voy a ir...- Ana se puso seria y negó con la cabeza.
- Nada de eso, vuelve a sonreír como estabas antes. No sé que ha pasado, pero hoy vas a disfrutar y a pasártelo bien. Que te lo mereces canario.- Aceptó la mano de Ana, quien le llevó dentro y se encontraron con Mimi. -Vamos a animar a este chico que le ha dado el bajón.
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Clases De Piano(#Ragoney)
FanfictionCuando era pequeño, Raoul aprendió lo que era la música gracias a su abuelo. Pero desde que éste murió Raoul no ha querido saber nada más de ella. Un día sus padres ven un anuncio de una academia a buen precio y deciden apuntar a su hijo con la espe...