CAPÍTULO 18: La broma

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AGONEY

Cabía la posibilidad de que si Raoul no hubiera cambiado de tema, Agoney le hubiera contado todo. Porque una vez que empezaba, no podía parar. Pero Raoul no había insistido, y se lo agradeció, porque no le gustaba dar lástima. Los demás tenían sus propios problemas, como para también preocuparse por sol suyos. Por otro lado le gustaba pensar que lo estaba superando, que estaba aprendiendo a no hacerles caso. Pero cada vez que pasaba eso, le hacían retroceder con otra "broma" que le hacían.

Era martes por la mañana, y Agoney se había pasado la clase de lengua hablando con Mimi, le contó que estuvo toda la tarde anterior en casa del rubio, y que cada vez se caían mejor. Omitió la parte donde Raoul le vio llorar, como también omitió que tuvo que arrancar una hoja de su libreta porque ponía "MARICÓN". Decidió por una vez centrarse en las cosas buenas que habían pasado. Una hora antes del recreo le tiraron un papel que le citaba en el baño a la hora del patio. No se lo contó a Mimi y, aunque al principio pensó en no ir, le asustó que pudieran hacerle algo por ello. Así que a las 11:00 salió de clase en dirección al baño. Estuvo unos minutos cuando oyó pasos fuera, después el sonido de una llave en la cerradura. Rápido, Agoney fue directamente a coger el pomo y girarlo. La puerta no se abría. Escuchaba risas y pudo reconocer a Cepeda y Roi. Chilló para que le dejaran salir, pero a medida que se quedaba sin aire también dejaba de escuchar las voces. Se habían ido.  

Intentó que no le entrara un ataque de pánico. Le envió un mensaje a Mimi, pero no le contesto. Sin pensarlo mucho también le envió otro a Raoul, éste si lo leyó, pero no le contesto. Empezaron a caer lágrimas de sus ojos, y sintió que no le importaba a nadie. Cinco minutos después, Mimi le llamó. Antes de cogerlo se secó las lágrimas y se levantó del suelo. 

- ¿Donde estas?- Mimi parecía preocupada y Agoney se sintió un poco mejor.

- Me han encerrado en el baño. Sácame de aquí.- Agoney ya había parado de llorar y en su voz solo se percibía rabia.   

- ¡Voy!- Mimi colgó y Agoney se lavó la cara.

Las tres últimas clases las pasó mirando mal a Cepeda y Roi. Ellos, tan solo le dirigían miradas de burla. Le llegó un mensaje, era un vídeo. El profesor les había dejado solos en clase para ir a buscar unas fotocopias así que se puso un auricular y le dio play al vídeo. Se veía la puerta del baño, y se oían unos gritos suplicantes seguidos de un fuerte sollozo. Quitó el vídeo y lo borró. Roi le miraba descojonandose y el resto de la clase lo miraba con pena, bueno, todos menos Cepeda y Carlos que chocaron sus puños como si hubieran conseguido algo importante. Total solo habían compartido el vídeo con todos, hundiendo más a un chaval que no les había hecho nada.

Mimi también borró el vídeo, o eso le había dicho a la salida. Cuando llegó a casa fingió que todo estaba bien, aunque por dentro solo quisiese romper todo lo que pudiera. Su padre le dijo que su madre había encontrado otro trabajo, también era en un instituto, pero limpiándolo. 

Se tumbó en la cama y miró whatsapp. Raoul no le había contestado. Suspiró, lo que más le apetecía era hablar con el rubio y que le invitara a ver Netflix como el día anterior. Pero eso no iba a pasar, Agoney lo sabia pero no perdía nada por desearlo. Cuando el sonido de una notificación sonó, Agoney cogió rápido el móvil.

Tu mejor amigo Raoul: No me molestes que tengo que estudiar.

Yo: Lo siento

Agoney se sintió fuera de lugar. Puede que Raoul estuviera ocupado pero Agoney tan solo le había pedido hablar un momento. De todas formas  ya sabía que molestaba, pero tenía la pequeña esperanza de que a Raoul no le importara y le aguantara. Agoney se había quedado hablando solo por el móvil hasta que el rubio se quedó dormido y ahora él no podía hablar ni cinco minutos con él.  Pensó que era un poco egoísta por su parte. Porque claro, no iba a echarle la culpa a su único amigo, a lo mejor no le había pillado en su mejor momento. Hablaría con Raoul al día siguiente para aclararlo, o a lo mejor esperaba al viernes. Tenía miedo de que, después de haberle confesado que era gay, hubiera cambiado algo de su relación amistosa.


El miércoles y el jueves tuvo que pasar más tiempo con Roi por culpa del trabajo de historia. No habían vuelto a meterse son él físicamente pero ninguno de los dos días habían parado de insultarle, se volvía una rutina saludarle con un "hola nenaza" o "que tal agogay" seguido de una carcajada. Y Agoney agradecía que solo fuera eso, ya estaba acostumbrado y no le importaban tanto esos comentarios. Pero no solo le insultaban en el instituto, desde el martes no paraban de enviarle mensajes anónimos metiéndose con él.

No había vuelto  a hablar con Raoul hasta el jueves por la noche, cuando éste lo llamó a las diez y media.

- ¿Agoney?- La voz de Raoul se oyó por el auricular y Agoney sonrió. Echaba de menos hablar con él.

- Hola.

- Estoy cagado de miedo.- Notaba a Raoul agobiado.- Llevo toda la semana estudiando y aún hay cosas que no logro entender. Hasta Mireya se ha cansado de explicarme las cosas.

- ¿Mireya?- Agoney no había oído hablar de ella. 

- Sí, es una chica que me está ayudando. Es muy guapa.- A Agoney se le escapó un "oh". Sintió un poco de celos al pensar que habían estado toda la semana juntos y a él lo había dejado de lado.- Estoy repasando los ejercicios, pero si no miro la solución no sé que hacer. Ufff.

- ¿Estas estudiando ahora?- Raoul le dijo que sí.- Pues para ya. Has estudiado lo suficiente. Ahora tienes que dormir bien, si no te saldrá mal.

- Me va a salir mal igual, Agoney.- Notaba a Raoul cansado y sabía que tenía que convencerlo de que durmiera.

- Raoul... Vete a  la cama. Deja de pensar en las matemáticas y relájate. Si estudias ahora no te va a servir de nada

- Esta bien. Oye Ago.- A Agoney le dio un vuelco el corazón, ¿Raoul le había llamado Ago?- Muchas gracias por cogerme el teléfono. Seguro que ya te ibas a dormir y yo aquí contándote mis problemas.

- No te preocupes.- Agoney escuchó ruidos al otro lado de la línea.- ¿Que haces?

- Me estoy metiendo en la cama... ¡Ya está! Calentito. Jajaja,- Agoney se imaginó al rubio metido en la cama y se sonrojó.- Buenas noches Agoney.

- Buenas noches Raoul.- Agoney esperó a que colgara el rubio, y cuando lo hizo, se tumbó en la cama con el móvil sobre su pecho y, mirando al techo, se durmió.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora