CAPÍTULO 48: Sin miedo

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AGONEY

Esa canción le emocionaba siempre. Se la ponía de pequeño, cuando sentía que no valía, y se decía a si mismo que algún día encontraría a esa persona que le quisiera y a quien él pudiera querer. Y en aquellos momentos, entre los brazos de Raoul, creyó haberla encontrado.

- Lo siento.-Se secó las lágrimas y sonrió.- ¿Crees que tenga posibilidades?

- No, creo que los demás no van a tener posibilidades.-Agoney río y negó con la cabeza.- Unos amigos míos también se presentan.

-¿ A sí? ¿Estuvieron en el bar?- Seguramente si le habían visto en aquella situación se habrían llevado una mala impresión.

- No, son compañeros de clase, no salgo de fiesta con ellos. - Comentó Raoul, con un tono de "ya deberías saberlo".

- Yo que sé, tienes tantos amigos.- No quería entrar en terreno pantanoso y poner a pelearse así que lo dejo estar y cambió de tema.- Oye y... ¿puedo preguntarte algo.

-Claro.

- Tu... ¿eres gay? Es que me pareció que te gustaba Mireya.- Raoul abría la boca queriendo contestar, pero volvía a cerrarla al no encontrar las palabras exactas.- Si no me quieres responder...

- No, a ver, es que...creo que soy bisexual sabes.- Raoul se peinó el tupé y se acomodo en la cama, apoyado en la pared. - Es que antes de conocerte pues pensé que ya se me pasaria, que serían cosas de la adolescencia, o yo que sé, simplemente no quería aceptarlo.

-¿ Y lo sabe alguien más?- Agoney sentía curiosidad, seguro que Raoul no intentaba esconderlo, él era mucho más valiente o, por lo menos, eso era lo que mostraba.

- A ver al primero que se lo dije fue a Ricky, a él si lo viste en la fiesta, si te acuerdas claro.- Agoney río y acarició la pierna de Raoul.

- ¿Es el chico que te animó a que te fueras conmigo?- Recordaba como le había mirado minutos antes de hablar, preocupado, y como después le guiñó un ojo cuando Raoul se fue con él. Sin duda le había caído bien aquel chico. Raoul asintió con la cabeza y se sonrojó.

- El muy cabrón es mi mejor amigo, y también es gay, por lo que me ayudó a aceptar que me gustabas y que no pasaba nada por que me gustaran las dos cosas. Aún sigo pensando que no es normal, que tengo que decidirme pero... que revienten los demás, a mi me gusta lo que yo quiera.

Le pareció el mejor discurso que había oído. Raoul, cuando hablaba bien, era un genio con las palabras. Cuando estaba nervioso era otra cosa. Además el también había tenido ese tipo de pensamientos: ¿Era normal ser así?
Pero hubo gente que le ayudó y sentía que tenía que ser él quien ayudará a Raoul en aquel momento. Se había quedado callado unos minutos así que cuando Raoul le miró se sintió aliviado, no sabía muy bien que decir.

- ¿Y gustarme Mireya? Es gracioso que pienses eso porque fue ella la primera que se dio cuenta de que sentía algo por ti. Parece que todos lo sabían menos yo. ¿Tanto se me notaba?

-Yo no lo noté.- Agoney se rascó la nuca y le dedicó una mirada tímida a Raoul. Se tumbó a su lado, pero con la cabeza en la almohada y mirando al techo.- Ahora que lo pienso, si que te ponías nervioso cuando hablabas conmigo, pero me parecías muy tierno.

-Dios, me encanta tu acento.- Es verdad que había veces no se daba cuenta y le salía su acento canario, pero pensó que no le gustaba a nadie. Ahora que sabía que a él le gustaba, no iba a cortarse un pelo.

- Pero bueno muchacho ¿algo que no te guste de mi?- Agoney bromeó y no esperaba respuesta alguna, pero Raoul habló.

- Pues mira, ahora que lo dices.... no me gusta que te infravalores, pero ya veo que lo estas cambiando así que... nada, que me gusta todo.-Agoney se mordió el labio e intentó reprimir una sonrisa, llevaba todo el día sonriendo.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora