RAOUL
Ya habían llegado a su casa y estaban ayudando a su madre a poner la mesa. Los padres de Agoney aún no habían llegado y su padre tampoco. Aunque no tardaron mucho porque diez minutos después los tres entraron por la puerta charlando.
Se sentaron en la gran mesa, él y Agoney juntos, con su madre al lado, y los padres de Agoney y su padre enfrente. La cena empezó bien, todos comiendo el primer plato: el puré de patata de su madre. Siempre que había visita hacía lo mismo, pues no es que se le diera genial cocinar. Habían estado hablando entre ellos, dejando a los menores callados, mirándose de vez en cuando, y comentando alguna cosa de la conversación. El segundo plato llegó a la mesa y Raoul pudo ver como Agoney abría mucho los ojos.
- ¿Que pasa?- Raoul se acercó y le susurró disimuladamente para que no se enteraran los demás.- ¿No te gusta el pescado?
Agoney le miró mordiéndose el labio y negó con la cabeza. Pero aún así cogió el tenedor y el cuchillo y comenzó a comer.
- Oye si no te gusta, no pasa nada, te hacemos otra cosa.- Raoul no quería que Agoney se lo comiera a la fuerza, pero no le dio tiempo a insistir más pues su padre empezó con las preguntas.
- Y bueno Agoney,¿ tu que quieres hacer después del instituto?- Agoney aprovechó para volver a dejar los utensilios encima del plato y contestar.
- Pues antes me hubiera gustado ser cantante o algo relacionado con el espectáculo. Pero ahora estoy haciendo el bachillerato social para hacer administración de empresas y llevar la academia de mi madre.- Raoul se quedó sorprendido, nunca le había preguntado porque tenía claro que quería ser cantante.
-Pero por que ya no quieres ser cantante. Te puedes presentar a concursos o castings, seguro que te cogen.- Raoul se había olvidado de quien había hecho la pregunta y tan solo se podía concentrar en Agoney,
- Bueno es que no creo que tenga mucho futuro, además así puedo enseñar a más gente, como a ti, y además ganaría más dinero. -Agoney le sonrió y miró otra vez a su padre. A Raoul no le gustaba la gente que hacía las cosas por dinero, y le decepcionó un poco que Agoney pensara así.
- Me gusta la gente emprendedora, muy bien. ¿Y que tal va Raoul, es un desastre como en el instituto, o se le da mejor?
Golpe bajo, pensó Raoul, que cada vez estaba más rojo. Miró enfadado a su padre y después a los de Agoney. Por suerte no se lo habían tomado mal.
- No, no. Raoul es un genio para la música. Lo hace genial. Y además, se esfuerza mucho.
Raoul recordó el examen de matemáticas, no le había dicho a nadie que había aprobado, se le había olvidado al ver Agoney con el ojo así.
- Pues papa que sepas que tu hijo el tonto ha aprobado el examen de mates.- Sabia que se había pasado un poco contestándole, y más aún cuando vio su dura mirada.- Bueno con un 5 pero aprobé.
Suavizó la voz y bajó la mirada al pescado. La mesa se quedó en un incómodo silencio.
- Y... Noemí ¿que tal va la academia?- Noto como Agoney se tensaba a su lado y le miró, estaba dándole vueltas al pescado y mirando atentamente a su madre.
- Bueno, podría ir mejor. Jajaja. Pero bien.- Agoney soltó una risa seca y se llevó un trozo a la boca poniendo su mejor cara mientras tragaba. Raoul se rió.
- ¿Y a vosotros que os pasa?- Su madre les miraba divertidos.
- Nada nada. Es que no tenemos más hambre, ¿podemos recoger los platos e irnos un rato a la habitación?
- ¿Y el postre?- Su padre le miró enarcando una ceja por la prisa que tenía de irse.
- Ya os lo tomáis vosotros y así habláis.- Puso su mejor sonrisa y se levantó.- Vamos Agoney, coge tu plato.
Al llegar a la cocina resopló.
- ¿A que ha venido eso?- Agoney le miraba divertido.
- Nada. Oye ¿que quieres comer?-Empezó a abrir armarios y señalo un paquete de galletas. Agoney negó con la cabeza.
- No tengo mucha hambre, creo que me esta volviendo a doler la cabeza.- Raoul se tocó el tupé pensativo.
- Pues... vamos a mi habitación.
Caminando por el pasillo se escuchaban las voces de sus padres, riendo por alguna cosa.
- Parece que nuestros padres empiezan a llevarse bien.- Agoney asintió dándole la razón.- Oye, explícame mejor eso de la academia, porque pensé que querías ser cantante.
-Ya... pero vamos un poco mal de dinero, supongo que lo habrás notado, y prefiero no vivir debajo de un puente a cumplir mi sueño.
Después de la respuesta de Agoney se quedaron los dos en un incómodo silencio. Raoul se había sentado en su cama mientras que Agoney había preferido la silla frente al escritorio, y estaba ojeando todos los discos que había en las estanterías. Como el rubio ya había metido la pata, especialidad de suya, no pudo hacer otra cosa que seguir metiéndola. Cagándola una vez más.
- ¿Y por qué eres gay?- no sabía ni porque le preguntaba eso, pero le salió más frío de lo que pretendía.
- ¿Cómo?- Raoul notó a Agoney ofendido y rápidamente intentó arreglarlo.
- Es decir, o sea que no me refiero... A ver que ¿como estás tan seguro de que lo eres?
- Jajaja. Pues como tú lo estás de que te gusten las tías. ¿No?
El moreno le había pillado. ¿Realmente estaba tan seguro? Pero como el cobarde que es a veces decidió callar una vez más y asentir. Por suerte el siguiente que rompió el silencio fue Agoney y no él.
- No decías que ya no te gustaba la música. ¿Porque sigues teniendo todos los discos aquí?-Señalo los discos y se giró hacía él.
- Supongo que nunca llegue a odiarla, pero tampoco le hacía mucho caso. Fue una etapa dura que intenté olvidar, y como lo único que me recordaba a mi abuelo era la música, pues la deje de lado. Aunque no llegue a echarla del todo de mi vida. Como tampoco he echado a mi abuelo.
Agoney sonrió, y Raoul sintió un cosquilleo en la barriga al ver los dientes separados de Agoney, que se habían dejado ver en su risa. Casi nunca le veía sonreír así, relajado. Le gustó saber que era, en parte, gracias a él.
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Clases De Piano(#Ragoney)
FanfictionCuando era pequeño, Raoul aprendió lo que era la música gracias a su abuelo. Pero desde que éste murió Raoul no ha querido saber nada más de ella. Un día sus padres ven un anuncio de una academia a buen precio y deciden apuntar a su hijo con la espe...