CAPÍTULO 64: El accidente

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RAOUL

El domingo por la noche no paraba de dar vueltas en la cama. Había estado quedando con Agoney los últimos días, pasaban la tarde juntos y el moreno le ayudaba a que el resfriado fuera desapareciendo. El viernes se comieron las galletas y vieron una serie que encantaba al canario, "sense8". Raoul no había oído hablar de ella pero cuando descubrió que a Agoney le encantaba, y le cantó la intro, se convirtió en su serie preferida.

El sábado decidieron pasarlo dentro del estudio, en casa de Raoul, Agoney le enseñó su canción acabada, que era una pasada, y le ayudo a saber componer directamente con el piano. Junto a él, se le ocurrían muchas ideas para canciones, en especial una. Pero esa no se la quiso enseñar hasta que estuviera totalmente terminada.

Dio otra vuelta más en la cama y agarró el móvil de la mesita. Eran las 3 de la mañana y todavía no se había dormido. Estaba nervioso, quedaban tan solo 3 horas para que sus padres llegarán, tan solo 3 horas para que Raoul supiera actuar con normalidad y hacerse entender.

Empezaba a sentir la ansiedad y tuvo que levantarse de la cama. Se fue directo al estudio de su abuelo, sin poder contener las lágrimas. Intentó relajarse, sentándose al piano y poniendo sus dedos sobre las teclas. Pero no podía tocar. Tenía un nudo en la garganta y le temblaban las manos.

Ojalá supiera como se lo tomaría su abuelo, seguro que le decía algo que lograba ayudarle y dejar de esconderse. O a lo mejor le decepcionaría y no querría volver a verle, ni a tocar con él.
Apartó las manos del piano y se tapó la cara. Volvió a su habitación, porque aquella sala le estaba agobiando. Entro y cerró la puerta. Le temblaba el labio y las lágrimas no podían dejar de caer por su cara. Suspiró varias veces, calmándose.
Cogió el móvil y abrió la galería. No se había sacado muchas fotos con el canario, pero aún tenía la que se hicieron en aquel parque. Ambos salían sonrientes, apunto de besarse. Sonrío nostálgico y deseó que Agoney estuviera allí con él. Estuvo a punto de llamarlo, pero sabía que si le oía llorar por teléfono iría a su casa, y no quería molestarle, ya habían estado todo el día juntos.
Sería tan fácil dormir con la voz de Agoney a su lado... Entonces tuvo una idea.

Se tumbó en la cama con el ordenador encendido a su lado, aún tenía el vídeo que grabaron para el concurso, sabía que si escuchaba esa canción se pondría a llorar otra vez, pero que si no lo hacía no iba a poder dormir tranquilo. Milion reasons empezó a sonar, y Raoul cerró los ojos, rezando por poder dormir por lo menos unas horas.


Cuando se despertó sus padres dormían, cansados por el viaje, así que Raoul no los vio. Tenía mucho sueño, y los nervios no hacían más que aumentar. Se bebió el colacao rápido y por el camino se compró un bocadillo. Los nervios le daban hambre.

Sus amigos ya le habían notado raro, pero Raoul les había tranquilizado diciendo que se había quedado toda la noche despierto y que tan solo tenía sueño. La mentira no duró mucho, a la hora del patio tenía a todos sus amigos alrededor esperando una explicación a su comportamiento.

- Sabemos que te pasa algo, y malo ya no estás que te has saltado bastantes clases.- Ricky le puso una mano el hombro mientras le sonreía.

- Es que...se lo voy a contar a mis padres.- Nadie entendía nada, y a lo mejor Raoul tendría que haberlo aclarado, pero casi no podía hablar. No quería explicarse, no quería ni siquiera pensar en eso.

- ¿Que les vas a contar?- Fue Nerea la que se atrevió a preguntar. Raoul miró a Ricky, esperando que le entendiera. Pero no lo hacía, ¿porque iba a hacerlo?

- Les voy a decir que... soy gay.- Una lágrima le bajó por la mejilla, pero se la secó antes de que pudieran verla. ¿Por qué lloraba? Nadie hablaba, en parte porque sabían que eso no era todo lo que tenía para decir, había algo más.- Y también les voy a decir que estoy saliendo con Agoney.

- Eso es genial, ¿lo sabes no?- Mireya se acercó a él y lo abrazó. Y Raoul se dejó abrazar, pero sin mover los brazos. Notaba como si toda su fuerza hubiera desaparecido, y él solo quería desaparecer con ella.

- Raoul... va a ir bien. Nosotros te queremos mucho vale. Y además tu madre es un amor. Seguro que es de las típicas que después invitan a su familia a cenar para conocerse y...

- Ya se conocen. Son amigos. Ese es el problema.- No sabía porque se había puesto a la defensiva, Aitana se calló de golpe, con una mueca triste. Y Raoul se sintió aun peor.- No lo entendéis. No es lo mismo. Yo...yo estoy con un chico.

- Raoul yo creo que si te entiendo, ¿no crees?- Por un momento todo se le vino encima. Se sentía presionado, sentía que estaba siendo un exagerado. Por un momento sintió rabia. Y aunque era lo que menos necesitaba en aquellos momentos, quiso estar solo.

- ¡No! No lo entiendes. Nadie lo hace. Y ahora dejarme en paz. Joder.

- No hace falta que te pongas así, solo queremos...

- Que me dejéis. Eso quiero yo. No quiero que me ayudéis. No podéis.- Se alejó de ellos, sintiendo un peso en el pecho. Se aguantó las lágrimas y se dirigió al baño. Le dio una patada a una de las puertas y gritó. Gritó porque no entendía que le estaba pasando. No entendía porque se comportaba así. Esperaba que alguno de sus amigos fuese detrás de él, pero también entendía que no tenían porqué hacerlo. Buscó por sus bolsillos el móvil,pero se lo había dejado en casa. Resignado escuchó el timbre y tuvo que volver a clase.


Llegó a casa enfadado. Había pensado en ir a buscar a Agoney para que le acompañara a casa, pero tenía que hacerlo solo. Y además no quería cagarla con él. Ya lo había hecho con sus amigos, que no le hablaron en lo que quedaba de día. Necesitaba culpar a alguien y lo había hecho con ellos, y ahora estaba a punto de culpar a sus padres.
Pero no pudo. Su madre le esperaba sentada en el sofá, demasiado seria. Ya empezaba a sentir que algo iba mal, y la presión que tenía desde la noche anterior salió en forma de llanto en cuanto su madre habló.

- Raoul, la madre de Agoney ha tenido un accidente.- Su madre se levantó rápido a abrazarle, sin entender porque se había puesto así.- Está bien, el padre de Agoney no quería que pasara la noche solo y nos ha preguntado si puede venir aquí. Le he dicho que sí.

Se abrazó más fuerte a su madre, intentando controlar sus sollozos. No sabía que decir. Quería preguntarle que había pasado, como estaba Agoney, como estaba su madre, quería contarle que era gay, y quería decirle que la quería. Pero no dijo nada.

- Te envié un mensaje para que vinieras con Agoney pero luego lo he visto en tu cuarto así que...

- ¿Donde está?- Raoul había dejado de llorar, más tranquilo después de las caricias de su madre.-¿Donde está Agoney?

- No sabe nada. Su padre me ha dicho que vendría por aquí antes de irse a pasar la noche al hospital, para hablar con él.

- ¿Donde está?-Se separó de su madre para secarse las lágrimas.

- No lo sé.

Subió a su habitación y cogió el móvil. Tenía una llamada perdida de Agoney y se maldijo por haberse dejado el móvil. Llevaba comportándose como un idiota todo el día, y cuando Agoney le necesitaba, no estaba ahí para él, como le había dicho que estaría. Le dio a rellamada y se puso el móvil en la oreja, empezando a morderse las uñas.

- ¿Raoul?- Suspiró al oír la voz del canario.

- Hola Ago, ¿donde estas?

- En mi casa, no quería molestar así que pasé de mi padre y me vine.- Le notaba raro, pero su madre le había dicho que no sabía nada.

- ¿Puedo ir?- El corazón le iba a mil y lo único que quería era verle. Tardó un rato en contestar, pero finalmente lo hizo.

- Vale...


NOTA:

Bueno lo iba a subir a partir de las 4, pero con el drama que se ha formado en twitter y eso he preferido subirlo ahora.

Espero que os guste y que se entienda bien como se siente Raoul, ya que es un poco difícil explicarlo (ya que también me he inspirado un poco en como me siento yo, para hacer los pensamientos de Raoul).

Ah, y gracias por el apoyo a mi nueva historia, me alegra que os guste, puede que más tarde suba el capítulo 2.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora