CAPÍTULO 47: Amar a alguien

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RAOUL

Realmente Agoney era lo mejor que le había pasado en la vida. No podía creer que ambos sintieran lo mismo. Aunque su relación aún no estaba del todo clara, los sentimientos que se tienen si lo estaban. Como decía Ricky, estaban encoñados. Y Raoul cada vez lo notaba más. Nunca antes se había fijado en el pequeño lunar que tiene sobre el labio, medio tapado por la barba, pero que si estas lo suficientemente cerca, se ve. Tampoco en como brillan sus ojos cuando toca alguna canción al piano. 

Lo que más le gustaba ver era su sonrisa. Le encantaba ver al canario feliz, feliz porque había conseguido quitarse un peso de encima, que ni siquiera sabía que llevaba. Que Roi se hubiera disculpado había sido el impulso que Agoney necesitaba para dejar de echarse la culpa, aunque ahora piense que la ruptura con Nerea haya sido a causa de él. Fue la mejor clase que tuvo con él, básicamente porque lo único que hicieron fue echarse miraditas y sonrisas bobas mientras tocaban canciones cualquiera e intercambiando gustos musicales. Se apuntó en la memoria ponerse la revolución sexual en su casa, e imaginarse a Agoney bailándola como había hecho. Siendo sinceros, le habían puesto muy cachondo los movimientos del moreno. 

Acabaron la clase y salieron de la academia. Todavía no sabía qué tipo de relación tenían pero tampoco quería compararla con alguna que hubiera tenido con una chica, querían dejarse llevar y, cómo había dicho el canario, hacer caso al corazón. Por eso mientras caminaban rozó sutilmente su mano con la de  Agoney, quien le miró sonriendo y la cogió. No le importó la gente que pasaba, ni siquiera se fijó en si le miraban o no. Le daba igual. Porque ir cogido de la mano de Agoney le daba seguridad.
- ¿Que vas a hacer para celebrar tu cumpleaños?- Raoul sacó un tema de conversación, ya que llevaban callados la mayor parte del camino.
- Pues... Nunca lo celebro, es decir mi madre compra una tarta y tal, pero con los amigos nunca.
- Podríamos hacer una fiesta en algún local.
- Raoul...- Agoney apretó su mano y después la soltó.- Mis amigos sois tu y Mimi, no tengo más, no puedo hacer una fiesta.
Notó a Agoney triste, y se maldijo por haber sacado ese tema.
- Bueno pero podemos celebrarlo los tres, o mejor, los dos solos y te invito al cine o a algún sitio. ¿Te gustan los bolos?
Agoney río y volvió a darle la mano. Negó suavemente y  apoyo la cabeza en el hombro de Raoul.
- No hace falta que me invites a ningún lado, con estar contigo...
-Ohhh, que mono mi canario.- Nada más decirlo se puso rojo.- Digo... que bonito lo que has dicho.
Agoney lo miró sonriendo, como le gustaba ver aquella sonrisa.
Llegaron a su casa y pararon frente a la puerta.
-¿Quieres subir un rato? Digo si no tienes nada que hacer y eso... Que si no quieres no pasa nada eh, nos vemos mañana...
- Vamos anda.- Raoul esperó a que abriera la puerta y entró antes que él. 

En cuanto entró el recuerdo de aquella mañana vino a su mente, el desayuno con Agoney, la charla con su padre...
La casa estaba vacía y había un plato sucio en la mesa,que Agoney recogió después de darle una pequeña disculpa. Si él supiera como quedaba su casa cuando sus padres se iban de viaje...

- Bueno, vamos  a mi habitación, o vemos la tele... No tengo Netflix pero...

- Tranquilo.-Le gustaba como a veces era él quien se ponía nervioso, y otros, como aquel momento, era el moreno.- Vamos a tu habitación si quieres.

Esta vez se fijó bien en su habitación. Pudo identificar los pósters con los cantantes de Queen (porque vio el nombre) y la maravillosa Whitney Houston. 

- Soy más de Beyoncé, pero me encanta está chica.- Agoney  se giró para ver a quien se refería y soltó una carcajada.

- ¿Sabes? Ya se que voy a cantar en el concurso, ¿quieres oírla?- Raoul no se lo pensó y asintió rápidamente. Escuchar a Agoney cantar era lo que más le gustaba sin duda.- Bueno no tengo el piano, pero a ver si encuentro alguna instrumental. Conoces algo de Queen?

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora