Clases De Piano(#Ragoney)

CAPÍTULO 63: ¿Que te pasa?

RAOUL

Realmente ni él sabía que acababa de pasar. Ni si quiera lo podía asimilar. Estaba un poco atontado con el resfriado y añadirle que su tía ya sabe que es gay, que tiene novio y que encima su madre se huele algo, todo a la vez, le estaba agobiando bastante. Y lo único que quería era que el chico que le miraba esperando respuestas le abrazara y le hiciera olvidar por un momento todo aquello. Pero no sabía como decírselo, como hacerse explicar y no parecer tonto.

- Ago...-El moreno negó con la cabeza.

- Raoul, ¿que le has dicho? Has dicho algo de novios, lo he escuchado.- No entendía si para Agoney eso era bueno o malo,y no quería hacer nada para que él se enfadara. Así que se quedó callado y bajó la cabeza. Estaba avergonzado y ni si quiera sabía porqué.-Vamos a sentarnos en el sofá.

Le siguió sin decir ni una palabra, pues no hacía falta. Toda la valentía que Raoul creía tener, se desvanecía por momentos, y no podía darle más rabia. No entendía porque se sentía así, no tendría que hacerlo. Tendría que haberse quitado un peso de encima, no ponerse otro. Agoney le acarició la espalda cuando se sentaron, y después le dio un pequeño beso en la mejilla.

Agoney no le decía nada, y en parte lo agradecía, agradecía que estuviera esperando a que él estuviera preparado para hablar. Pero no lo estaba, así que hizo lo único que podía hacer en aquel momento para calmarse. Se lanzó al cuello de Agoney y lo abrazó. Escondió la cabeza en su cuello e inspiró profundo, dándole un beso. El canario le envolvió entre los brazos y le dio unas palmaditas en la espalda intentando consolarlo. 

-No se que me pasa...- Se separó y le miró avergonzado. - Técnicamente yo no se lo conté a mi tía, fue Sam. 

- Ese chico...- Agoney rió. Raoul suspiró.

- ¿Te parece bien?- Ahora que lo decía en voz alta, era un poco absurdo. Porque el problema no lo tenía Ago, lo tenía él. 

- Pues claro. ¿Y a ti? ¿Estás bien?

 No estaba bien. Se sentía superado por todo. Había pasado toda la tarde cuidando de un niño, con Agoney a su lado, y se había sentido tan bien, que tuvo miedo. Miedo de que no se fuera a sentir así nunca. Miedo a que al final no estuviera haciendo las cosas bien. Miedo al estar escondiéndose, estar en tensión todo el rato. Pero cuando por fin pudo decirlo, cuando por fin lo dijo en voz alta, no se sintió como debería sentirse. Como esperaba sentirse.

- No sé si quiero decirlo.- Agoney le miró extrañado.- Es que... no tendría que hacer falta no? 

El corazón le palpitaba en el pecho, y no quería levantar la cabeza para ver su expresión. Sabía que se estaba comportando como un crío, pero así se sentía, un crío que no sabe lo que tiene que hacer. Agoney le levantó la cara y le dio un beso en los labios. Un beso corto, pero haciéndole entender que Agoney iba a estar ahí, con él.

- Escúchame, ya se que no debería hacer falta, y  en realidad no la hace. Pero creo que tendrías que hacerlo, y no solo porque estés saliendo conmigo, sino por ti mismo, para que cuando tus padres hagan algún comentario sobre nosotros, sobre los gays, sobre las lesbianas o sobre lo que quiera, pueda darse cuenta de que puede ofender a alguien. Y lo que menos quiero es que te sientas mal por ser como eres. Porque yo me he sentido mal casi toda mi vida y no merece la pena.- Le pareció ver un atisbo de tristeza en su sonrisa y le acarició la mano, para después entrelazarla con la suya.- No sé ni como estoy teniendo el valor de hablar de esto contigo, pero tu en tan poco tiempo me  has cambiado mucho. Me has hecho sacar la valentía que llevaba dentro, me has hecho darme cuenta de lo mucho que valgo. Y lo más importante, has hecho que me enamore de alguien por primera vez, y me has hecho sentir cosas que pensé que nunca sentiría por nadie, y que nadie sentiría por mí. Así que el lunes, cuando lleguen tus padres, vas a sacar todo lo que llevas dentro y vas a dejar ver el Raoul que yo conozco. El Raoul que dice lo que piensa, y que no se calla nada.