CAPÍTULO 33: En la misma cama

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RAOUL

Raoul se sentía genial en brazos del moreno. No le gustaba verle llorar, pero entendía que lo estaba pasando mal. Cada vez que se ponía a pensar en los compañeros de Agoney le hervía la sangre. ¿Porque lo hacían? Ser gay no era nada malo (su amigo Ricky era un claro ejemplo), y Agoney no tenía nada de malo. 

El sonido de la puerta abriéndose les hizo separarse. Agoney giro la cabeza en dirección a la puerta y se levanto al ver a su padre entrar por ella.

- Hola Agon... ¿Que ha pasado?- El padre de Agoney, al ver la cara de su hijo, puso una expresión preocupada y en dos zancadas estaba abrazándolo. - Ago... que pasa...

- Ha tenido un ataque de ansiedad, creo...- Raoul decidió hablar por Agoney, ya que no le veía capaz en esos momentos de explicarle nada a su padre.- Y bueno yo y una amiga le hemos acompañado a casa.

- Vale... Ago no pasa nada. ¿Quieres que llamé a tu madre?- Agoney negó con la cabeza y se separó de su padre. Estaba mucho más tranquilo que antes, pero aún podía notar la angustia que tenía.- Porque no te metes en la cama y ahora te llevo un calmante para que puedas dormir.

- Vale...- Agoney se dirigió a la habitación pasándole por el lado y cogiendo la mano de Raoul. Éste sintió como el corazón le daba un vuelco y posó su mirada en las manos entrelazadas.-¿ Te quedas un rato más?, hasta que me duerma.

- Pues claro, tu me has aguantado borracho, te lo debo.- Le dedicó una sonrisa y entró con él.  La verdad no era porque le debiera una, si no porque no quería irse. Estaba muy bien con él, y ahora que eran muy amigos se sentía más unido a él. Se tumbaron en la cama, como si tuvieran la confianza de diez años de amistad, y acercó al canario hacia él, quedando su cabeza en el pecho del rubio. - Agoney, espero que no te hayan hecho daño, no te lo mereces.

Agoney se abrazó más a él, haciendo sentir a Raoul que estaba en un sueño. No entendía como el moreno podía hacerle sentir así. Era un chico, y era su amigo. Se suponía que la cosa no va así. Pero en cierto sentido, Raoul ya sabía lo que estaba pasando desde la primera vez que le oyó cantar. Aún así no podía aceptarlo, no todavía. A lo mejor alguien entendía su situación. No sabía si de verdad era eso lo que quería, y no quería herir al canario. No lo tenía claro, estaba confundido. Pensó en alguien para poder hablarlo y le vino a la mente el único capaz de ayudarle sin juzgarle: Ricky.

- Tomate esto.- La voz del padre de Agoney le hizo salir de sus pensamientos.- Raoul tu padre me ha llamado para saber donde estabas, le he dicho que te quedabas a cenar, ¿esta bien?

- Si, gracias.- Agoney se tomo la pastilla y se volvió a  a tumbar con Raoul. El padre volvió a salir y les dejó solos. No había hecho ningun comentario al ver la posición en la que se encontraban. Y eso le alegraba. Su padre hubiera hecho un montón de preguntas, o incluso haber hecho que se separasen. Seguramente, pensó Raoul, sus padres sabrán que es gay, y ya habrán visto esta escena otras veces, eso le puso un poco celoso, pero no entendía porque se sentía así.

- Raoul... lo siento...- Agoney interrumpió el silencio, susurrando sobre su pecho y alzando la mirada.

-¿Por que?

- No te cuento nada... es que es muy difícil, yo no se... no quiero darte lastima ni que acabes cansado de dramas. 

- Esto no es ningún drama. Esto es que se están metiendo contigo y tienes que poner fin. Agoney... tienes que decírselo a tus padres para que te cambien de instituto por lo menos.

- Ya... pero no puedo. Además solo queda un año.

- Un año que vas a pasar sufriendo. - Raoul no quería seguir discutiendo y decidió cambiar de tema, a uno más alegre.- ¿Has pensado que harás si te cogen para el concurso? Mucha gente verá lo bien que cantas.

- Que vergüenza.- Raoul rió, centrándose en esa z pronunciada como una s, y en como el canario se esforzaba por sonreír con lo derrotado que estaba. Sin duda era un chico muy especial.

-Duerme un poco anda, que para la cena te quiero como nuevo.- Le revolvió el pelo y vio como se acomodaba en su pecho. Había compartido cama antes con sus amigos. Una vez con Nerea, un par con Ricky en las colonias de segundo curso... Pero nunca había dormido abrazado a alguien, nunca se había quedado dormido tan relajado, sintiendo que no podría soñar otra cosa que no fuera Agoney cantando, Agoney riendo, Agoney llorando...

Estaba medio dormido cuando escuchó a Noemi, la madre de Agoney, entrar a la habitación. Acarició la mejilla de su hijo dormido, que seguía abrazado a Raoul , y le dio un beso en la cabeza.

- Raoul... muchas gracias por traerle a casa.- Noemi le sonreía y el rubio le devolvió la sonrisa.- La cena estará enseguida, ¿puedes ir despertandolo?

Sin esperar respuesta salió de la habitación dejando la puerta abierta para que entrara la luz del salón. Bajó la vista para mirar a  Agoney. Tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta. Recordó el día que se quedó dormido a su lado, mientras veían una serie.  Le parecía tan tierno que le dio pena despertarlo. Pero tenía mucha hambre, al no haber merendado nada ( su barriga le había avisado varias veces) y decidió que sería mejor levantarlo en vez de morir de hambre.

- Ago...- Le movió un poco el brazo mientras susurraba su nombre.- Agoney...

- ¿Que?- Hablaba sin abrir los ojos, y se restregaba contra el pecho de Raoul. Puso una pierna encima del rubio y suspiró.- Estoy bien aquí...

- Jajaja. Agoney tengo hambre...- Raoul le acariciaba el pelo mientras intentaba convencerle de que se levantara.- Vaaaa. Despierta.

Al fin dejo de remolonear y abrió los ojos. Se levantó de encima suyo y se restregó los ojos con las manos.

- Tu barriga está haciendo ruidos. Jajaja. - Le alegraba saber que Agoney había recuperado su buen humor, y se unió a su risa.

- Anda vamos... Que seguro que tu madre no te ha hecho pescado- Raoul intentaba picar a Agoney y éste le picaba a él. Llegaron a la mesa y se sentaron bajo la divertida mirada de los padres del moreno.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora