RAOUL
Le había sentado mal haber dejado colgados a sus amigos, así que cuando convenció a su padre de que le dejara el móvil para avisar a Agoney, aprovechó y se disculpó por el grupo de whatsapp. Después le envió un mensaje a Mireya, pidiéndole perdón y diciéndole que le ayudaría con la redacción de inglés el lunes.
No le había costado mucho convencer a su padre para que Agoney pudiese ir a su casa. Le veía un buen chico y decía que era una buena influencia, por eso Raoul se tuvo que morder la lengua la noche anterior durante la cena.
- ¿Oye papá puedo preguntarte algo?- Estaba sentado en la mesa cenando y sus padres estaban frente a él. En las noticias habían salido unos chicos homosexuales, a los cuales les habían dado una paliza.
- Claro hijo, dime.- Álvaro dejo de prestar atención a la televisión para mirar a su hijo.
- ¿Porque no puede una pareja gay ir por la calle tranquilamente?
- Pues, a ver, es que hay a gente a la que no le gusta ver eso.
- Pero es que son una pareja normal. Tienen derecho a caminar por la calle, ¿no?- Raoul no sabía porque se había puesto tan nervioso.
- Bueno, es que no es muy normal ver a un chico con otro chico. Es un poco asqueroso verlos por la calle besándose...
- Por dios estamos en el siglo XXI.- Raoul miró a su madre para que le apoyara, pero está siguió comiendo con la mirada puesta en la tele.
- Raoul porque los defiendes tanto, a ver si a ti también te van a gustar. Jajaja.- Su padre no se lo tomaba en serio, y Raoul no podía estar más rojo.
- Y si lo fuera ¿que? Da igual.
- Si lo fueras te querríamos igual, pero entiende que nos sería incómodo.- Álvaro hablaba calmado. -¿Pero no lo eres no?
- No, no lo soy. ¿Dejarías entrar a mi amigo a esta casa?
- Pues... supongo que sí. Yo no tengo ningún problema con ellos, tengo algún compañero gay en mi trabajo y son más o menos normales, pero es que los que han salido en las noticias... - Raoul estuvo a punto de reírse en su cara. Seguro que si se enteraba de que Agoney era gay, cambiaba su visión de él, a veces pensaba que su padre era un hipócrita.
Quedaba poco para que Agoney llegara a su casa. Tenía todo recogido y se había armado de valor para dejar su libreta (donde escribía algunas letras de canciones) encima del piano por si Agoney quería verlas. Su padre volvía a estar en el despacho (casi no salía de allí), y su madre estaba viendo una serie en el sofá, así que cuando tocaron al timbre Raoul fue el único que se enteró, pues estaba esperando en la cocina que llegara su amigo. En dos grandes zancadas estaba delante de la puerta.
Habían vuelto a recorrer el largo pasillo y se habían adentrado en el estudio. Raoul le mostró el micrófono, que había buscado expresamente, y también la cámara de vídeo que le había dejado su madre.
- Vaya, muchas gracias.- Raoul se alegraba de ver a Agoney tan feliz, le supo fatal lo ocurrido el día anterior, y haber tenido que irse tan rápido.
- He pensado que podrías grabar primero la música y luego cantas encima. Después se puede juntar en edición.
- No tengo ni idea de edición. - Agoney soltó una pequeña risa.- Pero ya me veré algún tutorial.
Agoney había arrancado la canción que había escrito y la había traído doblada en el bolsillo de su pantalón.
- ¿Sabes lo que había pensado?- Raoul le miró extrañado.- Cambiar la canción.
- Queda original que hagas una propia, no te preocupes.
- Es que... Había pensado en cantar Milion reasons. Si no te importa.
A Raoul se le iluminaron los ojos y no pudo retener una sonrisa.
- Pues claro que no me importa, me parece genial.
- Y... también había pensado que tu podrías tocar mientras yo canto.- Agoney se mordió el labio. Raoul se quedó sorprendido.
- Pero yo no salgo en el vídeo ¿no? Que me da mucha vergüenza. Jajaja.- Ya se estaba poniendo rojo.
- Bueno si no quieres no. También podrías cantarla conmigo.-Raoul negó varias veces con la cabeza.
-Aquí el que canta bien eres tu.- Agoney río.- Pero si quieres yo toco el piano.
Una hora después, Raoul puso la cámara encima del trípode y lo situó delante del micrófono. Le dio a grabar y se sentó al piano. Anteriormente le había dado la letra a Agoney y habían ensayado un par de veces, no habían hecho falta muchas, pues a Agoney le gustaba improvisar y le quedaba muy bien la canción.
Empezó a tocar las primeras notas, y Agoney le siguió con la primera estrofa. Le gustaba como se veía Agoney cantando, cerraba los ojos en los mejores momentos, y aunque su versión favorita siempre sería la de su abuelo, tenía que admitir que la de Agoney era genial. Había llevado la canción a su terreno, la había subido un tono, pero lo demás lo había mantenido.
Cuando acabaron Raoul se ofreció a editarla. Pero antes, había dicho, tenían que merendar. Habían vuelto a repetir el plan de galletas y serie, pero aquella vez tuvieron que verla en la habitación del rubio.
En algunas partes de la serie notaba como Agoney bostezaba y luchaba por mantener los ojos abiertos. Cuando lo había visto en su puerta hacía ya una hora se había fijado en las ojeras que llevaba y sospechaba que no había dormido mucho.
Estaban tumbados en la gran cama de Raoul, con el ordenador apoyado en las piernas del rubio. Agoney se había apoyado en el hombro de Raoul y, cuando el último se quiso dar cuenta, el moreno se había dormido. Acomodó a Agoney en la cama y quitó la serie. Aprovechó para pasar los datos de la cámara al ordenador y empezar a editar. De fondo escuchaba los suaves ronquidos de Agoney. Siempre había odiado a la gente que roncaba, pero no quería molestar a Agoney, y tampoco es que le molestaran mucho, le transmitían una especie de paz. Lo miraba de vez en cuando: las cejas, el pelo, la nariz, la barba, los labios entreabiertos... Se sorprendió acariciándole la mejilla y, rápidamente, apartó la manos y siguió editando, aunque sin poder concentrarse mucho.
ESTÁS LEYENDO
Clases De Piano(#Ragoney)
FanfictionCuando era pequeño, Raoul aprendió lo que era la música gracias a su abuelo. Pero desde que éste murió Raoul no ha querido saber nada más de ella. Un día sus padres ven un anuncio de una academia a buen precio y deciden apuntar a su hijo con la espe...