AGONEY
No entendía como Raoul hacía que sus problemas parecieran chorradas, no entendía como podía hacerle sonreír con la más mínima tontería. Y lo que menos entendía era que hacía allí con él. Pero tampoco le importaba saberlo, se conformaba con tenerle, con poder mirar esos ojos castaños, con ver esa sonrisa que siempre le dedicaba, y que no podía evitar querer besar a todas horas.
- Bueno... tengo una cosa para ti... por tu cumple.
- No hace falta que me des más cosas Raoul, no quiero que te gastes más dinero.- Le supo mal que le regalara el karaoke, ya que sabía que no eran baratos. Y aunque le hiciera ilusión que el rubio pensara en él, y sabiendo que tampoco es que le faltase dinero, no le gustaba aprovecharse.
- No lo he comprado. Es una cosa que me encontré el otro día mientras miraba cosas de cuando era pequeño.
Se levantó del sofá y subió corriendo. Agoney soltó una carcajada por la efusividad del rubio y se quedó esperándole. Al poco, bajó Raoul con algo detrás de la espalda.
- A ver, esto me lo regalaron cuando era pequeño, así que no te rías.- De su espalda sacó una manta y una pequeña taza, ambos de Mickey Mouse. Agoney abrió los ojos y la boca sorprendido. -Como sé que tu eres más fan que yo, pues quería dártelo.
- Aaaalaaaa.- Se tapó la boca con las manos y se levantó acercándose a Raoul.
- A ver la manta está un poco vieja, pero es que la utilizaba de pequeño sabes.- Se le vino a la mente un mini Raoul envuelto en esa misma manta y se le enterneció el corazón.
- Dios, te quiero.- Agoney ya estaba lo bastante cerca como para abrazar a Raoul y plantarle un gran beso. - Yo no tengo nada de Aladdin para darte.
Hizo un puchero y Raoul soltó las cosas en la mesilla del salón, para después empujar a Agoney al sofá y darle otro beso, más intenso y que Agoney cogió con ganas. Le acercó a él, cogiéndole por la cintura y subió sus manos a la nuca del rubio, para profundizar el beso. Sus lenguas se mezclaron y tuvieron que separarse para poder respirar. Notó a Raoul un poco nervioso al estar encima suyo, así que poco a poco se separaron y quedaron otra vez sentados en el sofá.
- ¿Vemos una película?- Agoney asintió, aún con la respiración agitada.- ¿Has visto The greatest Showman?
Agoney la había visto e incluso había hecho una cover de una de las canciones (que nunca había enseñado a nadie), pero le apetecía verla otra vez, así que eso hicieron. Se tumbaron en el sofá, en la comodidad de que los padres de Raoul no estaban y tenían la casa para ellos solos, poniendo los pies encima del sofá y pudiendo comer (y enguarrar) lo que quisieran.
Agoney se encontraba echado de lado, con la cabeza del rubio en su pecho. Sus manos acariciaban el torso de Raoul e iba notando como se relajaba ante el tacto. Decidió bajar un poco más la mano, hacía el estómago, y entonces Raoul levantó la cabeza para mirarlo.
-¿Te molesto? Si quieres paro.- Agoney estuvo a punto de quitar la mano, pero Raoul le sonrío y la volvió a poner en su estomago. Así, a simple visa, estaban haciendo la cucharita, mientras veían una película, la favorita de Agoney. No podía estar disfrutando más su cumpleaños.
La película estaba terminando, y Agoney empezaba a aburrirse, así que metió una de sus piernas por entre las de Raoul y se tumbó de lado detrás suyo Raoul se acomodó, aún absorto en la película, sin darse cuenta de las intenciones del moreno.
Empezaron a asaltarle las dudas. A lo mejor iba demasiado rápido, pero no podía saberlo, nunca había estado con nadie, pero sentía que con Raoul iba todo bien, así que, ¿por que no dar un paso más?
Le siguió acariciando el pecho, bajando hacía el estómago y levantandole un poco la camiseta, haciendo que Raoul se estremeciese. No apartaba la vista de la tele, y Agoney no apartaba la vista del rubio. Empezó a darle pequeños besos en el cuello, oliendo su colonia, el olor que más le gustaba. Notaba como la respiración de Raoul se entrecortaba y se iba poniendo más rojo. Agoney se dio cuenta del bulto que empezaba a emerger del pantalón del rubio, y rozó su mano por encima. Raoul suspiró e hizo que Agoney empezara a tener más calor. Se apartó un poco y se quitó la sudadera amarilla y con ella la camiseta, quedando con el torso desnudo frente a un Raoul que le miraba expectante.
- ¿Tanta calor tienes?- Agoney se mordió el labio y asintió. Sentía que empezaba a hacer el ridículo y se arrepintió de haber sido tan directo. Pero entonces Raoul le sonrió coquetamente.- Pues yo también, ¿me ayudas?
Se puso a horcajadas de Raoul, quien había dejado de prestar atención a la tele para mirar a Agoney. Le quitó la camiseta y le acarició la tableta. Nunca había estado así con nadie, y eso le ponía todavía más. Empezó a moverse encima del rubio, sintiendo como crecía el bulto debajo suyo, y como Raoul se mordía el labio,cogiendo el mando y parando la película, para después coger al canario de la cintura.
- Ago...-Agoney paró, porque no sabía si el rubio quería seguir, y no iba a obligarlo a nada.- Yo... yo no he hecho esto nunca... con un chico digo...
Raoul estaba nervioso y ya empezaba a tener su característico tono rojo. Así que Agoney intentó relajarle, se agachó a la altura de su cara, besandole delicadamente y luego le susurró al oído.
- Yo tampoco he hecho nada, es mi primera vez.- Raoul suspiró, cambiando la posición y poniéndose arriba de Agoney. Podía ver la lucha interna de sus pensamientos, no sabía que habría dentro de su cabeza, pero sus ojos tan solo reflejaban el placer que estaba sintiendo.
- A ver, esto es raro porque eres un chico, pero... supongo que...bueno...-Raoul bajó su mano del estómago al pantalón de Agoney, desabrochandole los botones y haciendo que el moreno soltara un gemido.- Creo que así está bien, ¿no?
La mano de Raoul acariciaba el miembro de Agoney por encima del calzoncillo y el moreno no podía aguantar más. Acercó a Raoul a él y volvió a besarle. Raoul empezó a besarle el cuello, a la vez que apretaba su entrepierna por encima del calzoncillo. Agoney no paraba de soltar jadeos y Raoul tampoco.
- Ago... yo...- Raoul le miraba, esperando que le dijera que hacer. No podía gustarle más como le observaba. Su respiración estaba agitada igual a la del rubio y ambos sudaban. Agoney se mordió el labio, disfrutando de la sensación de tenerle encima, solo para él. Nunca se había sentido tan querido, tan deseado como en ese momento. Raoul jugaba con la goma de su boxer, debatiéndose entre meter la mano o no.
-Por dios Raoul, hazlo ya...- Entonces Raoul le sonrío, se acercó y metió la lengua en su boca, a la vez que la mano dentro de su ropa interior. Gimió en la boca del rubio, quien ya tenía agarrado su miembro y movía su mano arriba y abajo.
Agoney acarició su cuerpo y disfrutó de cada momento, hasta que volvieron a quedarse echados en el sofá. Raoul le miró con una sonrisa que le hizo saltar por dentro.
- Me gusta este Agoney.- El moreno rió y se tapó la cara con las manos, ahora que ya había pasado el momento de éxtasis empezaba a avergonzarse.- Pero no te tapes, estas guapísimo así.
Agoney no sabía lo que era atractivo para Raoul, pero un chico sudado,con los labios rojos y el pelo despeinado (y que acababa de tener un orgasmo) parecía ser que le gustaba. Aún tenía una pequeña duda, pero no sabía como hacérsela saber al rubio. Iba a aprovechar que estaban allí tumbados, relajados, pero cuando fue a hablar Raoul se levantó.
- Creo que voy a llevar la camiseta a lavar, si quieres ducharte puedes ir al baño de mi habitación, yo me ducharé en el otro.- Le pareció volver a ver al Raoul nervioso del principio, puede que incluso avergonzado, y pensó que a lo mejor había hecho algo mal. Tenía que preguntárselo, por si acaso era eso, pero seguía sin atreverse así que le dejó marchar y se quedó solo en el salón.
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Clases De Piano(#Ragoney)
FanfictionCuando era pequeño, Raoul aprendió lo que era la música gracias a su abuelo. Pero desde que éste murió Raoul no ha querido saber nada más de ella. Un día sus padres ven un anuncio de una academia a buen precio y deciden apuntar a su hijo con la espe...