RAOUL
Ni siquiera había quitado la película de la televisión. Había subido rápidamente a su habitación antes de que su madre viera como lloraba. Había sido un idiota. Había elegido el peor momento posible para besarle. Y además se sentía culpable por haber obligado a Agoney a contarle cosas que él no quería. Se había sentido tan mal que lo único que quería era que se callara. Y no se le ocurrió otra cosa, a veces odiaba ser tan impulsivo. Agoney se había separado de él tan rápido que le faltó el aire por un momento. Lo había estropeado todo. Él lo que quería era ganarse la confianza del moreno, y lo que había conseguido es que se fuera corriendo, y normal. Lo entendía perfectamente, había sido bastante incómodo. Pero disfrutó el beso como si hubiera sido el primero. Si antes no estaba seguro de que le gustaba Agoney, había quedado bien claro. No se quitaba de la cabeza el tacto de sus labios, ni como la respiración del moreno iba relajándose. Dios, había sido mágico, no como su primer beso. No sabía si Agoney había besado a otros chicos, o chicas, pero deseaba que para él hubiera sido igual de especial. No sabía cual era el siguiente paso, ya sabía que le gustaba, pero Agoney no daba ninguna señal para que pudiera percibir que le suscitaba algún tipo de interés, a parte de una amistad.
Esperaba que, a pesar de haber estado obligado, haya conseguido quitarle un peso de encima al contarle sus problemas.Por que ese era otro tema que le rondaba a Raoul por la cabeza. Se puso furioso cuando Agoney confesó lo cabrón que era Roi, y se sintió mal por no haber confiado en Mimi. Y también se sintió decepcionado con Roi, por haberle dado una segunda oportunidad,y con Nerea, por haberle convencido a dársela.
Pasó la noche, despertándose cada poco, a veces soñando con Agoney y otras con su abuelo. Hacía semanas que no soñaba con su abuelo. Y lo echaba de menos, más que nunca, porque él le daba muy buenos consejos. Le ayudó a declararse a su primera novia, en sexto de primaria. Le hizo confiar en si mismo, y por eso era tan seguro. Pero nunca le llegó a enseñar que hacer cuando te enamoras tan fuerte de alguien. Porque nunca pensó que se iba a enamorar de Agoney. Enamorado era una palabra que le quedaba muy grande, pero también lo era lo que sentía por Agoney. No llevaban ni un mes hablando, y ya eran prácticamente mejores amigos. Le gustaba la forma de ser de Agoney, como actuaba en cada situación, como volvía cada momento único. No era lo mismo ver una película solo, que hacerlo con él. Había observado mas la cara del moreno que la película en si. Y es que le encantaría pasarse horas y horas observando a Agoney, le encantaría saberlo todo de él, las cosas buenas y las cosas malas.
Se levantó de la cama y miró la hora: 9:00. Nunca había madrugado tanto un domingo. Pero no conseguía conciliar el sueño otra vez, y se negaba a soñar otra vez con su abuelo. Miró el calendario que tenía encima del escritorio, donde apuntaba los exámenes, y los eventos importantes. Ahí ya había apuntado el cumpleaños de Agoney, quien le dijo que era el 18 de octubre. Un mes después era el de su abuelo. Recordar esa fecha, a pesar de no estar apuntado, no era difícil para él. Está muy cerca de la fecha de su muerte, y suele pasar esos dos días mirando fotos y vídeos, básicamente hundiéndose en su propia lástima, pero que se le va a hacer, después de haber llorado dos días seguidos, se queda como nuevo, y suele aguantar hasta el año siguiente sin más dolor del necesario. Aunque últimamente lo siente más cerca que nunca, desde que toca el piano. Y desde que conoce a Agoney, quien por alguna razón le recordaba a él. Se sentó en el escritorio y abrió la libreta donde escribía. Leyó el par de versos que tenía escrito de una canción, la canción que le gustó a Agoney. Cogió un lápiz y siguió escribiéndola. Más inspirado que nunca. Teniendo en mente los oscuros ojos del moreno, sus labios, su olor, su piel...
Sus padres le notaron raro, pero no quisieron preguntar, ya conocían a Raoul, y si estaba así, era mejor no decirle nada. No estaba enfadado, pero si frustrado. Sentía que era culpable de haber echo que Agoney se fuera el día anterior de esa forma, casi como si huyera de él, y en cierto sentido eso si le cabreaba. No entendía porque le sabía mal,si él también le había contado muchas cosas, aunque a lo mejor no era por eso y tenía algo que ver con el beso. Decidió dejar de darle vueltas y llamar a Ricky para que le ayudara, pero no le cogía el teléfono. Seguramente se había ido de camping y no tenía cobertura, como acostumbraba a hacer con su familia. Decidió probar suerte con Mireya,ya que había descartado a Miriam y Aitana, al no saber nada sobre Agoney, y a Nerea, al ser novia de Roi.
Yo: Mireya puedes quedar?
Mire: Que te pasa?
Yo: Necesito consejo
Yo: quedamos en el parque de al lado del insti?
Mire: Dame quince minutos
Se habían sentado en un banco del parque, el más alejado de la zona de columpios y dónde estaban todos los niños concentrados, haciendo ruido. Ese ruido que ambos oían de fondo mientras Raoul le contaba a Mireya lo que había pasado con Agoney. Tuvo que empezar desde la principio, porque Mireya tan solo sabía que iba a una academia y que había conocido un chico. Le explicó cómo lo conoció y termino explicándole su cagada máxima y como se arrepentía de ella.
- Odio ser así, de verdad. Pero es que me estaba enfadando. Yo le cuento todo y el es un puto misterio. Quiero conocerlo Mire.
- Raoul, hay personas que no están acostumbradas a ser escuchadas, y hay que obligarlas un poco. A lo mejor le cuesta expresar sus sentimientos. No tiene nada que ver contigo, puede que sea problema suyo.
- Se meten con en el instituto y no lo saben sus padres.
- Ves, yo creo que has hecho bien en obligarle a qué te lo cuente, así puedes ayudarlo.
- Gracias Mireya, pero no te lo he contado todo.-Raoul se había guardado la mejor parte, la del beso. Le daba vergüenza decirlo, ya había admitido delante suyo que le gustaba Agoney, y Mireya no había reaccionado con sorpresa.- Después de que me lo contará, le... Le besé.
- ¡Toma! ¿Sabes? me alegra haber tenido razón desde el principio. - Raoul la miró extrañado.- Desde que me contaste que preferías irte con él en vez de pasar tiempo con tus amigos supe que estabas coladito por Agoney. Solo me lo has confirmado.
- Ya pues creo que la he cagado. Después de besarle se fue de mi casa, ni si quiera me dirigió la palabra y no se por que, si por echarle o por el beso...
- No sé Raoul, a veces el amor no es correspondido. No deberías agobiarlo. Te acaba de contar todo lo que ha sufrido por culpa de Roi, no hagas que se sienta incómodo contigo. Poco a poco te irás ganando su confianza y ya no tendrás que obligarle a qué te cuente nada, lo hará él.
- Eres genial Mireya. Voy a hacer como si no hubiera pasado nada. Es lo que se hace en estos casos ¿no?Domingo por la noche y Raoul no dejaba de dar vueltas en la cama. Llevaba así dos horas, y ya eran cerca de las tres de la mañana.
Había recibido un mensaje de Agoney diciéndole que no podían quedar el lunes. ¿Le estaba evitando? Raoul esperaba que no se hubiera tomado mal el beso. Porque, aunque no hubiera sido en el mejor momento, no se arrepentía de haberlo hecho. Mireya le había ayudado a pensar así. A veces tenía que dejarse llevar.
Había decidido hablar con Nerea y contarle lo de Roi, o hablar con Roi directamente, porque uno de los dos tenía que cargar con la culpa, la culpa de haber jodido a Agoney, y su primer beso.
Aún seguía sin poder creerlo, su primer beso con un chico. Su primer (y esperaba que no fuera el último) beso con Agoney. Raoul consiguió dormirse con una sonrisa boba en la boca.
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Clases De Piano(#Ragoney)
FanfictionCuando era pequeño, Raoul aprendió lo que era la música gracias a su abuelo. Pero desde que éste murió Raoul no ha querido saber nada más de ella. Un día sus padres ven un anuncio de una academia a buen precio y deciden apuntar a su hijo con la espe...