CAPÍTULO 69: Desayuno

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AGONEY

"Corazón vendío" empezó a sonar y Agoney se revolvió en la cama. Notó un peso encima suyo y descubrió el brazo de Raoul sobre su estómago. El cabrón había conseguido hacerle la cucharita. Pensó que la noche anterior lo decía en broma, pero ahí estaban, a petición del rubio que quería que fuese el propio Agoney quien lo abrazara, y lo consiguió por unos minutos, porque después se giró y acabó durmiéndose escuchando al otro quejarse.
Haberse desahogado le había sentado genial, se sentía más libre y más contento y había podido dormir toda la noche.

Se giró para mirar a a Raoul, quien había ignorado la alarma y seguía profundamente dormido. Los mechones rubios le caían por la frente y tenía la boca ligeramante abierta. 

Se acostaron pronto, pues estaban emocionalmente cansados del día anterior, y además tenían que madrugar. Intentó convencer a Raoul de irse él solo, pero cabezón como era el rubio, se negó. Así que Agoney tenía que despertarlo. 

Primero disfrutó de observarle bien y guardar esa imagen en  su mente. Cuando el primo de Raoul se quedó dormido con él, estuvo a punto de sacarles una foto de lo bonitos que estaban, parecía un niño cuando dormía (y a veces también se comportaba como uno). 

Después apartó el brazo de encima suyo para poder levantarse y correr las cortinas. Pero era más de noche que de día, así que volvió a acercarse a Raoul, todavía dormido, y se tiro encima.

- ¡Ago!- Agoney se puso a horcajadas de Raoul y le besó los labios, cortando así cualquier queja del rubio.

- ¿Que?- Le miró sonriente y Raoul no pudo evitar corresponderle.- Buenos días.

- Buenos días... ¿que tal has dormido?-Raoul posó sus manos en los muslos del chico, mientras Agoney le tocaba el pelo.

- Muy bien, me he despertado abrazado a ti...- Raoul se sonrojó.

- Es que tenía frío por la noche y... mira, pa' que mentir, quería abrazarte y ya, necesitaba cariño.- Agoney negó con la cabeza sonriendo y agachó la cabeza para acercarse a su boca. Realmente estaba contento, por una vez podía decir que optimista incluso. En su cabeza creía que a partir de aquel día todo iba a mejorar, tenía que hacerlo. Su madre estaría bien, Alberto también, su hermana les visitaría...- Jo Ago, pero bésame...

No se había dado cuenta  de que no había bajado del todo la cabeza, y que tan solo se rozaban sus narices. Agoney le miró vacilante, y Raoul levantó un poco la cabeza para darle un tierno pico.



Estaban subiendo las escaleras del edificio de Agoney cuando el silencio que habían mantenido durante todo el camino se rompió.

- Había pensado que podríamos ir a desayunar a algún sitio, si quieres claro.- Agoney se giró para mirarle. Hacía tiempo que no le pedía dinero a su madre, sabía como estaban las cosas en casa, pero con ella en el hospital y teniendo que coger seguramente la baja, no iba a darse el capricho de desayunar fuera.

- ¿No prefieres que te haga un colacao en mi casa?- Raoul le miró un poco decepcionado y siguió subiendo las escaleras.- Espera Raoul... es que... no tengo dinero, y mis padres no están...

- Joder Ago, si es por eso no te preocupes, te invito yo.- Agoney le miró pensativo, le hacía realmente ilusión ir con él a desayunar, ya no solo por el simple hecho de desayunar, si no por ir juntos, como pareja. - 

- No te importa? Te lo devolveré en cuanto...

- Nada. Venga tonto, sube a cambiarte rápido, que te voy a llevar al mejor sitio de toda la ciudad.

Clases De Piano(#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora