Eres mía

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Narra Namjoon

No pensé que hubiera nada fuera de lo normal, por lo que decidí marchar. Cuando vi correr a TN hacia su casa

- ¿Qué ocurre?- me pregunte al ver su agonía, me colé por unas de las  ventanas y espié desde el piso de arriba.

- Parece un laberinto.- añadí tras salir de ese cuarto y encontrarme con pasillos y puertas.

- Tendré que usar mis poderes.- me concentré y me teletrasporte hacia las escaleras. En ese momento vi a mi hermano Suga acercándose a ella. TN estaba completamente atemorizada.

Tras ver su rostro, lleno de lágrimas y de miedo. Mi cuerpo comenzó a arder de nuevo. Sentía un ligero dolor, como si sintiera lo mismo que ella, por un instante sentí que estábamos en sintonía.

- Déjala en paz.- añadí antes de saltar y ponerme delante suya. En ese momento no me importó que descubriera mi secreto, solo quería protegerla.

- Cuánto tiempo sin verte hermanito.- mostró una mueca que me cabreó bastante, sin duda TN era algo quería pero porqué motivo sería, debía de averiguarlo.

- Que irónico, tu papi te quería mantener lejos de mí y sin pensarlo te entrego a mí hermano. Debes darme lo que es mío.- contestó tras acercarse.

- Ella es mía.- me pareció buena idea reclamarla en ese momento. Al menos así podría mantenerla a salvo

- No quiero matarte hermano.- expresó tras sacar un arma. El cual podía matar a un demonio.

- llévatela.- al instante Jin se abalanzó sobre Suga, dándome el tiempo suficiente para coger a TN y teletrasportarme a salvo a nuestra casa.

- Espero que estes bien- añadí tras salir de allí. Lo último que quería era que Jin muriera.

- TN, escuchame.- agarré su rostro con suavidad mientras que limpiaba sus restos de lágrimas.

- No me toques.- me golpeó ligeramente para apartarme y después comenzó a correr. Seguramente buscará la salida, pero... no sería fácil encontrarla.

- No voy hacerte daño.- contesté tras aparecer delante de ella y pararla.

- Eres su hermano.- gritó, mientras que sus lágrimas volvían a aparecer.

- Si, pero yo no soy como él

- ¿Entonces no eres un demonio?- ella misma tenía la respuesta, sin embargo solo quería una confirmación.

- Lo soy y me gusta serlo.

- No me toques.- contestó tras retirarse hacia atrás.

- Está bien, no me acercaré a ti. Al menos quédate a pasar la noche, aquí estarás segura.- respondí mientras que retrocedía para dejarla su espacio.

- Puedes usar ese cuarto de allí.- respondí tras señalarlo. Se giró hacia el cuarto y con desconfianza comenzó a caminar hacia allí. Al entrar pude sentir como había echado el cerrojo

Enamorada del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora