Enamorada del diablo

Veo que volviste, angelito

Narra TN

Cuándo dijo esas palabras mi corazón pálpito con fuerza. Me estaba eligiendo y no porque era un posible arma. Sino porque me amaba.

- Esto generalmente ocurre al revés.- expresó mientras que reía.

- Es posible.- contesté mientras que volvía a besarle. Sus brazos me rodearon y me llevaron más cerca de él.

- A partir de ahora seré tu sombra.- me abrazó con fuerza por los que me apoye en él.- ¿Quieres que hagamos algo esta tarde?

- Supuestamente tenemos que hacer un trabajo de Jin.- contesté.

- Hagámoslo, pero que quieres hacer después.

- ¿Por qué no eliges tú?- pregunté, no tenía experiencia en esas cosas y tampoco en que podía ser divertido hacer juntos. Después de todo me crié prácticamente sola.

- Entonces déjamelo a mí.- sonrió ligeramente por lo que pensé en que estaría tramando algo.

- Deberíamos volver.- no quería volver a ver a Suga pero... No quería saltarme las clases. Digamos que era asi de responsable otal vez simplemente idiota.

- Aún tenemos tiempo. Jin dijo que nos cubría.

- Genial, me senté entre sus piernas mientras que miraba el campo de deportes y él a su vez me abrazó mientras que besaba ligeramente mi cuello.

Al terminar la hora de Jin decidimos regresar al aula. Todos nos miraba en especial Suga, pero me daba realmente igual. Ya no me importaba, no sentía que tuviera la culpa de sus separación, porque entendí que el unico culpable era el mismo, su ansia de poder era lo que estaba alejando a Namjoon.

- Veo que volviste, angelito. Realmente te he echado de menos. Ese aroma a miedo... Es de mis favoritos.- contestó tras mirarme con una sonrisa.

- Deja de llamarme angelito.- contesté antes de sentarme.

- Vaya, pero si parece que el angelito tiene garras. Cuidado hermano... No quisiera que te las clave en la cama.- no pude evitar ponerme colorada ante ese comentario.

- No me digas... Hermano, estás perdiendo facultades.

- Dame una buena razón para no matarte aquí mismo.- expresó tras acercarse a él.

- No querrás un espectáculo, ¿Verdad?- preguntó con un sonrisa burlona. Al instante le soltó y se sentó.

- Olvídalo, no podemos caer en sus juegos.

- Y lo dice la chica que se sonrojo, por simplemente insinuar el sexo.- me miró fijamente y después miró hacia el frente. Podía sentir como estaba satisfecho con sus actos, pero a mí solo me causaba asco y rechazo. A los pocos segundos entró el profesor.

Espero que os esté gustando. Gracias por el apoyo💜💜