Enamorada del diablo

Dejame acercarme

Narra TN

Ni siquiera me dio tiempo a terminar la frase, cuando me llevó hasta él. Intenté separarme pero su brazo me lo impedía, no podía moverme.

Al instante escuché un golpe, como si algo se hubiera estrellado contra el suelo, por lo que agarré con fuerza a Namjoon mientras que me apoyaba en él. Mi corazón iba rápidamente, tanto que pensaba que se daría cuenta y realmente era lo último que quería. Ahora que lo tenía cerca, no me parecía un pandillero o alguien peligroso.

- ¿Vas a permanecer así mucho tiempo?- preguntó tras unos minutos.

- Fuiste tú el que me puso en esta posición.- respondí antes de separarme de él.

- No recuerdo hacer que me agarraras. Eso lo hiciste tú solita. Aunque si lo prefieres, la próxima vez dejaré que te golpeen.- contestó tras mirar la maceta que había en el suelo, por lo que sin pensarlo la miré.

- Esto… gracias.- contesté al no poder rebatirle nada más.

- No lo hice por ti. Simplemente no quería cargar contigo hasta la enfermería.- expresó de mala gana.

- Eres un idiota.- casi nunca me enfadaba de esa manera, simplemente pasaba de las personas. Pero… por alguna razón, no podía pasar de él.

- ¿Qué es lo que ibas a decir antes?- preguntó de nuevo.

- Nada, no iba a decir nada. Olvídalo.- respondí antes de volver al interior de la escuela.

- ¿Y si no quiero olvidarlo?- preguntó tras acercarse ligeramente, por lo que inconscientemente comencé a retroceder.

- No me importa.- contesté para que me dejará en paz, iba a escapar cuando me choqué contra la pared. Apoyó su brazo en la misma y después me miró fijamente.

- Realmente no sé qué es lo que tienes.-

- ¿Qué es lo que tengo?- pregunté. - ¿Tengo algo en la cara?- añadí antes de tapármela.

- No estúpida.- me agarró una de las manos y me la quitó de mi rostro.- Me refiero a otra cosa.- añadió mientras que sonreía. Sus dientes eran perfectos y blancos, tanto que parecía haber salido de un anuncio de televisión.

- ¿Qué cosa?- pregunté al no entender nada de lo que estaba diciendo.

- Te enseñaré la escuela, mientras cuéntame un poco más de ti.- se separó de mí y comenzó a caminar. Al instante lo seguí mientras que me preguntaba porque querría saber de mí.

- No te oigo decir nada.- contestó antes de mirarme.

- ¿Por qué querrías saber de mí?- pregunté al no entenderle, no tenía nada interesante que contar y dudaba que lo que le contará a él le importará.