Te concederé el deseo

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Narra TN

- No tengo planes de unirme a tu ejercito.- expresé mientras que lo miraba de forma desafiante.

- No te lo tomes tan enserio. Aunque bueno tal vez sea más satisfactoria tu derrota.

- Eso dilo por ti.- contesté tras levantar mi arma y atacarle rápidamente.

Esperaba que el factor sorpresa me ayudará, pero no era así. Al instante una barrera me impedía golpearle, me impedía llegar hasta él.

Mi espada impactaba contra ella una y otra vez, pero no podía, no podía herirlo. No al menos que encontrara la manera de sacarle de allí o de hacer que aquella barrera desapareciera.

- ¿Decepcionada? No pensarías que podrías llegar a mí tan fácilmente.- rió ligeramente. En ese momento golpeé con fuerza aquella barrera. Estaba llena de rabia, de ira... tan solo ver su rostro sonriente mi alma pedía su cabeza.

- Tn... Sí no puedes vencer como un ángel. ¿Por qué no piensas como un demonio?- en ese momento las palabras de Suga penetraron en mi cabeza.

- Eso es. Sino puedo como un ángel, lo haré como un demonio.- susurré mientras que volvía a impactar contra la barrera. Mis ojos miraron toda la barrera mientras que impactaba en ella.

- ¿Te rindes? O es que acaso no tienes ninguna idea mejor.- expresó con una amplia sonrisa.

- No me subestimes.- Me moví rápidamente hacia un lado de la barrera y la golpeé con todas mis fuerzas. Había encontrado un punto débil.

Debí de imaginármelo aquella espada estaba canalizando mis poderes y cada golpe, era un golpe con más rabia, dolor y fuerza, por lo que solo era cuestión de tiempo que se hiciera añicos.

Desplegué mis alas y levanté mi espada hacia él para herirle cuando se protegió con su brazo. No le había herido demasiado, pero si le había hecho daño, eso significaba que no era invencible.

Simplemente era un demonio con los medios necesarios para poder defenderse. Tras el impacto se movió hasta el otro lado de la sala.

Bajé las pequeñas escaleras que había desde su trono hasta lo que ahora sería un campo de batalla, uno liderado por mí.

Mi espada estaba sedienta de sangre, me lo reclamaba, me lo imploraba y yo le concedería aquel deseo egoísta.

Gracias por leer. Espero que os guste💜💜

Enamorada del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora