¿Qué sola estás?

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Narra TN

De solo pensar en que estaba en el mismo lugar que el asesino de mi padre, mi cuerpo temblaba de miedo. Al terminar la clase, me levanté y me fui de allí. Ni siquiera quería decir nada a Namjoon simplemente me fui.

-¿ A dónde vas? - me preguntó  Namjoon tras seguirme fuera.

- Necesito estar sola. No quiero estar en esa clase. Teniendo que ver a tu hermano cada segundo. Simplemente no puedo.

- Vámonos juntos a algún lugar.

- No, solo regresa ahí dentro. Quiero estar sola, Namjoon.- sabía que no era su culpa, pero sabía que seguía amando a su hermano. No podía hacer que escogiera por más que odiara a Suga. Esta no era su batalla sino la mía.

- Solo ten cuidado.- expresó antes de desaparecer.

Caminé por los alrededores de la escuela y acabé sentándome en las gradas del campo de fútbol. Quería llorar pero ni siquiera las lágrimas me salían.

- ¿Qué sola estás?- preguntó Suga desde atrás.

- Aléjate de mí.- contesté tras levantarme y comenzar a correr.

- No puedes escapar de mi.- al instante estaba en frente de mí

- ¿Qué es lo que quieres?- pregunté.

- A ti, pero aquí no puedo hacerte daño. Así que tendré que conformarme con atemorizarte.

- ¿Por qué haces esto?- pregunté al instante.

- Por poder... ¿Por qué otra cosa iba a ser?- preguntó.

- Pero Namjoon... Namjoon aún te quiere y tú, solo haces que sea difícil quererte.

- Hace tiempo que dejamos de ser hermanos. Desde que me traicionó.

- Él jamás haría eso. Él te aprecia y te ama.

- ¿Ni siquiera por ti?- preguntó tras inclinarse hacia a mí, por lo que acabé sentada, mientras que mira esos ojos oscuros como la noche.

- ¿Que tengo que ver yo?-

- Mi querida angelita, tú eres la que molesta en toda esta historia.- enredó su dedo índice en mi pelo, mientras que sonreía ligeramente.

- ¿Yo?- pregunté intentando separarme de él. Sin embargo me era imposible.

- ¿Tanto te sorprende? Tú, hija del ángel y de un humano. La única capaz de eliminar anuncio demonio y a la vez capaz de dar el mayor poder. Tú, la mocosa que enredó a mí hermano y le hizo querer ser mejor demonio. Le alejaste de mí, te eligió a ti, por encima de mí. Traicionó a su propia sangre, no me sirve solamente matarte... Yo quiero tú sufrimiento, tú desesperación, que seas traicionada igual que lo fui yo aquel día.- me agarró de la camiseta y me llevó hasta él.

- Yo no recuerdo nada.- pronuncié.

- Eso no te va ayudar de nada, angelito. Tú destino ya fue fijado.- me soltó, por lo que caí al asiento de la grada. Cuando quise darme cuenta ya había desaparecido.

Sin duda había sido toda una declaración. Me quería muerta, no solo por lo que era... Sino por haberle arrebatado a su hermano.

Gracias por leer, espero que os guste💜💜

Enamorada del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora