Al ver la casa, aligeré mi paso hasta el punto de correr. Lo último que necesitaba era que alguien me encontrara fuera.
- Te estábamos buscando, pensamos que te habías marchado.- expresó la ama de llaves que me ayudó a llegar al cuarto antes.
- Solo vine a comer algo.- respondí como excusa.
- La cena esta en el comedor.- respondió con una sonrisa.
- Genial, realmente tengo hambre.- la seguí hasta el comedor y me senté a comer mientras que miraba un poco de televisión. Al menos quería llenar ese vacío que se escuchaba. Al terminar subí a mi cuarto, me cepillé los dientes y sin pensarlo demasiado acabé asomándome a la ventana.
- ¡Ah!.- grité al encenderse las luces del jardín y ver a un hombre de pie mirando hacia mi ventana.
- ¿Qué ocurre?- preguntó uno de los mayordomos al oírme gritar.
- Hay un hombre allí.- grité histérica, ni siquiera me había fijado en él. Simplemente me había asustado.
- Yo… yo no veo nada.- respondió ese hombre mientras que miraba por la ventana.
- ¿No le ves?- pregunté.
Ante esa respuesta me acerqué un poco más a la ventana, me quedé mirándole fijamente. Ahora que lo miraba detalladamente, podía decir que era muy atractivo. Era bastante alto y a la vez delgado, también era joven, sus labios eran rosados y carnosos. Me preguntaba ¿Quién era? y sobre todo ¿Qué hacía allí?- No, no le veo.- expresó tras alcanzarme y mirar a la ventana. En ese momento se dio media vuelta y se marchó. Mis ojos permanecieron clavados en él hasta que la oscuridad le absorbió.
- ¿Seguro que se encuentra bien?- me interrumpió el mayordomo.
- Sí, debo de estar cansada. Iré a dormir, mañana tengo que ir al instituto.- respondí tras mirarle.
- Claro, dejaré que descanse.- contestó antes de marcharme.
- Estoy segura de que allí había un hombre.- expresé antes de meterme en la cama.
Narra Namjoon.
Cuando vi que se marchaba de allí, no pude evitar seguirla. Me preguntaba de dónde había salido y cómo había llegado hasta allí. Sin embargo, respondí a todas mis preguntas cuando la vi entrar a una mansión.
Sin pensarlo me quedé allí, esperando a que por algún casual se asomara a alguna de las ventanas. Cerré mis ojos durante unos minutos y comencé a escuchar lo que ocurría en aquella casa.
No obstante, para mi sorpresa solo había silencio o al menos no había humanos hablando allí. Tan solo un televisor, sonando en una de las habitaciones.
Tras escuchar cómo se apagaba la televisión, esperé impaciente mientras que intentaba seguir su aroma. Sin duda estaba en aquella casa, por algún motivo mi cuerpo la sentía. Sentía la presencia de aquella humana y a la vez era como si la necesitará o tal vez como si la deseará, no estaba seguro.
Al encenderse uno de los cuartos, mi vista fue hacia allí rápidamente. Sin embargo me escondí ante los ojos de cualquier humano, aunque si mis teorías eran correctas, ella podría verme, lo que me hacía interesarme más por ella. ¿Cómo una simple humana, era capaz de ver a un demonio?
Sé asomó a la ventana y al instante provoqué que las luces del exterior se encendieran, por lo qué al verme comenzó a gritar. No podía negar que su reacción me divirtió demasiado, tanto que me arrepentí de no hacerla una foto.
Al instante un hombre entró detrás de ella y comenzó a divisar el exterior. No obstante, estaba claro que no podría verme, lo que me hacía preguntarme quien era esa chica para que pudiera verme con tanta claridad.
Al obtener una negativa por parte de ese hombre, se quedó mirándome como si fuera una ilusión. Ahora que la observaba podía decir que era hermosa, tanto como para llamar mi atención y querer volver a verla. Después de aquello me marché, presentía que nos encontraríamos pronto.Gracias por leer 💜💜
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Enamorada del diablo
Hayran KurguTN es trasladada a Corea por voluntad de su padre. Lo que jamás se hubiera imaginado era el verdadero motivo por el que su padre la obligó a viajar. Allí se encontrará con personas misteriosas, las cuales la harán descubrir y cuestionarse absoluta...