Tal vez no sea tan gentil

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Narra Namjoon

- ¿Estás bien?- pregunté al saber que durante todo ese tiempo me había estado escondiendo como Suga la estaba entrenando.

- Sí, ¿Por que no iba a estarlo?- preguntó tras mirarme con unos ojos que me hacían querer tomarla allí mismo.

- Tal vez porque conozco a mí hermano y sé que su entrenamiento no es del todo suave.

- Es lo que necesitábamos, pero... De verdad vas a ponerte ahora a pensar en lo que he estado haciendo con tu hermano.- Su mano se deslizo hacia mi camiseta y me llevó hasta ella.

Solo tenía que dar un paso hacia delante para poder besarla, para poder acariciar su rostro y eso era lo único que quería en ese momento.

Levanté mi mano y acaricié su rostro. Me acerqué poco a poco y la besé.

- Te he echado de menos.- expresó tras separarse de mí y mirarme.

- Ahora ya no tendremos que separarnos. Estaremos juntos para siempre.- volví a acariciar su rostro y volví a besarla, pero esta vez ella continuó mi beso.

Mis manos se deslizaron por su cuerpo y a su vez ella hizo lo mismo. No obstante, había algo diferente en ella, sus besos se estaban volviendo agresivos y su forma de actuar también.

No me disgustaba aquella versión de ella, ni que estuviera deseosa de mí. Es más, me excitaba.

- ¿Tanto me has echado de menos?- pregunté tras agarrarla y lanzarla a la cama con gentileza. Me quité la camiseta y después me acerqué a ella.

Me estaba mirando con unos ojos llenos de deseo, de lujuria y de puro placer por tocarme, pero debía de reconocerlo... No era la única.

- Demasiado.- pronunció mientras que me revisaba de arriba a abajo.

- Tal vez no sea tan gentil- expresé tras sonreír ligeramente.

- Podré resistirlo. No soy tan débil como crees.- se levantó rápidamente y me lanzó a la cama.

- ¿Cuando te volviste tan salvaje?- pregunté mientras que me excitaba con la sola idea de hacerla mía.

Esa vez, era diferente a todas las anteriores, era como si un depredador hubiera llegado y yo me hubiera convertido en su presa. Sin duda eso me hacía gracia, ya que tiempo atrás era al contrario.

- Desde que no he podido verte en prácticamente 5 meses.- se sentó encima de mí y volvió a besarme.

- Sabes aunque me encanta todo esto... No entra en mis planes ser el pasivo de la relación.- la volqué en la cama y después rompí su camiseta.

Miré su cuerpo ejercitado. Sin duda su actitud no era lo único que había cambiado. Tal y como hice las otras veces, hundí mis manos en su cuerpo.

El resto de la ropa que teníamos me estorbaba y parecía no ser el único que pensaba en ello. Rápidamente la ropa ya no estaba, ambos habíamos colaborado en aquella situación.

Mis manos palparon su espalda antes de que se tumbara en la cama. Volvió a mí y volvió a besarme.

- Quiero todo de tí.- sus palabras sonaron como una plegaria en mi cabeza.

Ya no había necesidad de esa pausa, de esa preocupación, de preguntarme si estaría bien... Ahora lo sabía, ella estaría bien.

Gracias por leer. Espero que os guste 💜💜

Enamorada del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora