Aradia #5

1. Eres una invitada

Aradia

Muchos años atrás.

Corro con mis piecitos al invernadero y hago una gran sonrisa cuando lo veo. Voy hasta él, entonces lo abrazo.

—¿Por qué estás aquí solo primo? —Le digo al pequeño niño que sólo tiene un añito más que yo.

Seyn se gira a bajar la vista avergonzado.

—Yo solo... —Se sonroja —miraba mariposas.

—¡Son hermosas! —expreso emocionada alzando los brazos y él se ríe.

—¡Aradia! —Viene mi tía y me agarra la mano, queriendo alejarme de mi primo —Vamonos de aquí —Lo mira mal y el ánimo que le devolví se esfuma.

—¡Espera, tía! —grito mientras me lleva sin dejar que me quejé —¡Quiero hablar con Seyn!

Actualidad.

Me remuevo en unas sábanas, estando nerviosa y entonces abro los ojos, alzando la mano, sintiendo la pesadilla.

—¡Seyn! —Levanto la voz y entonces me doy cuenta.

Este no es mi cuarto.

Me siento y observo la habitación rústica ¿Cómo llegué aquí? No recuerdo.

—¿Jovan? —digo asustada.

Bajo de la cama y avanzo con mi vestido por la pieza. Camino hasta la puerta, entonces al abrirla veo unos guardias, así que grito y la cierro.

Ah no, tengo que preguntar.

Abro de nuevo, algo tímida y cuestiono.

—Disculpen ¿Dónde estoy?

—Bienvenida al aquelarre Osiris, Aradia —Una chica rubia con un báculo, viene hasta mí —. Acompáñame, la Reina Madre quiere hablar contigo.

¿Esa mujer no era la señora que me daba escalofríos?

—¡Ah tú eres Calipso! —Recuerdo y la señalo —¿Estás herida? —Veo la sangre en su ropa.

—Culpa de tu amiguito, ese tal Rein —me informa.

—¡¿Despertó?! —me sorprendo.

—¿Vas a acompañarme o no?

—¡Me das miedo! —grito.

Se ríe.

—Yo no me preocuparía por ti.

Quedo tildada hasta que lo proceso y reacciono.

—¡¿Qué le hiciste a Jovan?!

—¿Yo? Nada —dice más seria —. Solo que no está aquí como invitado, en cambio tú sí —Se gira —. Vamos.

¿Qué? No entiendo. No importa, tengo que seguirla y saber que sucede.

¡Tengo que encontrar a Jovan!