63. Es mi culpa

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Jovan

Estoy en una jaula movible, junto con Aradia, y por la escena que he visto, por lo que logré entender, la Reina Madre hechizo a Eris desde pequeña para que nadie se le acercará, pero también para detectar a un dragón y atraerlo hacia ella.

—¿Oíste lo que dijo? —expresa alarma mi esposa al escuchar la explicación de esa mujer —¡Eso es maldad pura! —Alza las manos indignada.

—Hay que averiguar cómo salir de aquí y pronto —Me agarro de los barrotes —. Si tan solo Darren estuviera consciente.

—¡¡Seyn, rómpele la cabeza a ese demonio pervertido!! —ella le grita a su primo.

—¡¡No hagas nada estúpido!! —le digo yo —¡¡Puede matar a Darren, no te muevas!!

—Estoy confundido —Mira su espada el rubio y su mano tiembla —¿Qué hago?

—Nos encontramos rodeados —expresa Xia mirando a todos los guardias.

—Lo siento yo... —se disculpa Eris —yo no quise que esto pasará —exclama nerviosa.

—Yo les diré lo que va a ocurrir ahora —Se burla la Reina Madre y levanta su mano —. Dame ese collar —ordena y el cuerpo de la bruja de cabello blanco se mueve de manera involuntaria.

Puede notarse como Eris intenta no darle aquella reliquia, pero sus esfuerzos por no moverse son en vano, el hechizo es más poderoso que su fuerza de voluntad.

Xia patea a unos cuantos guardias, pero cuando logra acercarse a la Reina Madre, esta presiona el collar y la pelirroja cae al suelo, sintiendo una extraña especie de presión en su cuerpo.

—¡¡No!! —grita Aradia cuando un guardia le corta la mano a Xia, entonces la pelirroja chilla y se retuerce de dolor en el suelo.

Ay un montón de sangre esparcida por el suelo.

—No te desangres —expresa la Reina Madre agarrando la extremidad que se encuentra el el piso y la mete en la bola de cristal —despues necesitaré más partes de tu cuerpo —Gira su vista hacia Seyn —. Es tu turno —Señala el portal, mientras los guardias apoyan a Eris sobre una piedras que tienen algunos dibujos extraños.

Maldita sea, estamos atrapados aquí sin poder hacer nada. Giro mi vista hacia Aradia que mira la escena preocupada.

—Haz un hechizo —le pido.

—¡¿Qué?! —Se sorprende —Pero me salen mal —dice inquieta —y... y peor si estoy nerviosa ¡¿Y si me equivoco?!

—¿Qué importa? Van a matar a Eris o a Darren sino hacemos algo —le aclaro —. Se encuentran concentrados en que Seyn no haga nada, a ti no te están mirando ¡Puedes hacerlo! —la ánimo a seguir —Vamos Aradia.

—¿Q... ¿Qué conste que si algo sale mal es tu culpa? —expresa con los ojos llorosos.

—De acuerdo, tomo la culpa —Asiento y ella levanta ambas manos para recitar algo.

—"Si... si la lluvia..." —Niega moviendo la cabeza —No puedo.

—Si puedes —Le sonrío.

—Vale —Me mira un segundo y luego hacia el frente —"Si la lluvia no viene, el agua me conviene, por eso el manantial, una ola es lo que tiene".

Alzo una ceja.

—¿Una ola?

Seyn está adelante del portal, porque los guardias lo han llevado hasta allí, mira el agua que le llega hasta la cintura, la cual comienza a moverse y de repente empieza un sismo en el lugar. Pero la Reina Madre no pierde tiempo, haciendo otro hechizo, fuerza al rubio a meter la espada dentro de una extraña puerta que se forma entre las rocas. Aún así, a una gran velocidad, todo es agua, y no sé qué ocurre después, porque nos arrasa una ola gigante.

Sí, es mi culpa.

Aradia #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora