Aradia #5

74. El cuerpo de Seyn

Xia

Vamos con Darren a buscar al caballero, despues de todo antes me quería capturar, así que soy la mejor carnada. Presiento que estamos cerca cuando siento la presencia de mi collar, sin embargo quién lo tiene es el cabellero y no la Reina Madre, que de hecho no se encuentra con él y aquéllas brujas presentes.

—¿Pensaron que estaría desprotegido? —acota el hombre que usa el cuerpo de Seyn —Ilusos —se burla.

—Que horror, me cae mal, ni se volteó a mirarme —opina Darren —. No tienes derecho a usar ese cuerpo, solo mi admirador es dueño de él —Lo señala —¡Devuélvelo ahora!

—Me adelantaré —Salto y le pego una patada.

—¡Pero no le rompas su bella cara! —grita alarmado el restaurador.

—Tarde —Doy una voltereta y le robo el collar que me habían quitado con antelación, entonces cuando aterrizo aclaro —. Ahora, yo me encargaré de las brujas, tú de Seyn, ¿de acuerdo?

—Trato —Asiente y corre hacia el hipnotizado, mientras yo me meto el collar a la boca —. Ni el manjar hace eso —opina y me río.

Mantengo la reliquia en mi boca y solo la muerdo un poco, así que mis pupilas se estiran, en mi rostro se crea una trompa, en mi piel se forman escamas rojas y comienzo a crecer cuando las alas salen de mi espalda. Las brujas empiezan a atacarme pero ya es demasiado tarde para ellas, a varias las golpeo con mi cola y a otras les disparo fuego, cuando se acercan más lanzo un rugido, entonces también utilizo mi única garra. En medio de la lucha, veo cómo Ace y Eris se acercan al lugar. Entonces cuando consigo dispersar al enemigo, escupo el collar, así que vuelvo a mi forma humana.

—¡Lo tengo! —grita Darren al bloquear los movimientos del caballero, agarrándolo por la espalda.

—¡Bien! —festejo y tomo mi collar del suelo.

—Se te perdió algo —dice sonrojada Eris y baja la vista avergonzada.

Me río.

—Ups —Miro que me quedé sin ropa, estando completamente desnuda —. Creo que olvidé ese pequeño detalle.

—Agarra mi mochila, tengo algo de ropa allí, aunque es algo pequeña para ti —Se ríe Darren mientras sostiene al tipo que usa el cuerpo de su pareja —¿Listo Ace? —Mira al adivino.

Comienzo a vestirme mientras mi amigo clarividente pone la mano en la cabeza de Seyn. Sus ojos grises brillan, lo que demuestra que usa su poder de adivino, entonces como si fueran los viejos tiempos, estos comienzan a sangrar. Si no hubiera sido vampiro, ya estuviera muerto, ya que ese caballero tiene controlada la mente del rubio por completo. Visualizo como un ojo azul se vuelve de color miel y de este lado de su cara caen muchas lágrimas, tantas que parecen eternas.

Seyn está atrapado en su subconsciente, los recuerdos que quiere olvidar.

Seyn

Estoy en la oscuridad, me encuentro sentado abrazándome a mí mismo mientras lloro. No quiero estar aquí, no deseo estar solo.

—¡Seyn! —oigo la voz de Darren y alzo la vista, lo veo —Debes enfrentarte a él —Me tira una espada cerca de mis pies —. Pelea por lo que es tuyo, no estás solo —Me sonríe.

Agarro el arma viendo al caballero, me levanto, entonces me preparo para luchar.