Aradia #5

65. Exhibicionistas

Ace

Algo no está bien, creo que me equivoque con mi visión. No, en realidad la energía del aquelarre me ha hecho confundir, aunque no sé de cuál manera. Apoyo mi talón derecho sobre mi pierna izquierda y me acomodo en la silla del comedor de la posada, mirando a Blake y abandonando mi duda sobre aquella visión.

—Oh que tristeza —opino —otra vez con lentes —Me muerdo el labio inferior —. Igual me puedo aprovechar de eso.

—Si te oye Emmet, te mata —me aclara mi vampirito.

—El sexy robot se fue a buscar al postrecito, no va escucharme, debe estar ya muy lejos de aquí.

—Bueno, él sí va a oírte —Señala a Crash que está hablando junto a la pandilla.

—No lo ha hecho y si fue así, ya aclaré eso. Además se ve que está más tranquilo, cuanto me alegra —Sonrío —. La culpa me estaba matando.

—Yo creo que me asesina con la mirada, ¿no lo ves? —se queja —No quiero problemas con un fantasma.

—No te preocupes, es inofensivo —Muevo mi dedo haciendo una seña para que se acerque, camina hasta mí y lo agarro del brazo. Blake cae sobre mi regazo, luego pongo mi boca cerca de su oído —. Yo soy el único peligro para ti —Le muerdo la oreja y se sobresalta —porque puedo atacarte.

Se sonroja y me mira enfadado.

—Me traerás problemas.

—Me encantan los problemas —Lo beso y me corresponde.

Crash

Ace no tiene ningún problema con andar besuqueándose con cualquiera, en dónde sea. Siempre lo ha hecho, incluso delante de mí. No importaba, yo sabía que no tenía interés para él lo que hacía con los demás. Aunque esto es diferente, porque yo lo escuché, Blake si es especial y eso me da más rabia. Ace piensa que no lo sé, por eso sigue como si nada pasará.

Estoy que hiervo de celos. No sé por qué, pero me encuentro más enfadado de lo normal. Y cada vez que siento esta sensación, presiento que estoy olvidándome de algo.

Me sobresalto cuando Tarik apoya su mano en mi hombro, sacándome de esos malos pensamientos.

—Exhibicionistas, no te preocupes.

Suspiro.

—Estoy acostumbrado —Lo observo y sonrío —. Gracias.

—Por eso soy el jefe, para animar al equipo —Me da dos palmadas en la espalda —. Ahora hay que planear el siguiente movimiento —Levanta su pulgar.

—¿Entonces se unen a la emboscada? —Se acerca Eliza hasta nosotros.

—¿Emboscada? —pregunto confundido.

Ace se gira a mirarnos.

—Interesante, quiero oír más.