Aradia #5

60. Un favor

Calipso

Oigo la reja del calabozo y abro los ojos, viendo entrar a la Reina Madre en dónde me encuentro encerrada.

—Siento la tardanza —Sonríe ella —pero bueno, el escarmiento por un día te sirvió de algo seguro. Ahora dime ¿Cómo es eso que mataste a tu marido y no lograste detener al hombre lobo? Que decepción y yo pensando que servías como mi mano derecha.

—Lo sigo siendo —dictamino y me levanto del suelo para mirarla —pero Break debía morir, estoy segura que entenderá mis acciones cuando sepa que él atacó mi integridad física, teniendo sexo no consensuado, fue en defensa propia —extiendo mi mentira justificándola con lo que padecí estos últimos días —. Quizás me precipite, pero nosotros no toleramos estas conductas y las castigamos con la muerte, ¿o no es así?

—¿Afirmas que te violó? —pregunta de manera seria.

—Sí.

—¿Qué hay del hombre lobo? ¿Cómo destruyó la celda? ¿Qué explicación tienes para esto?

—No lo sé, al parecer estaba furioso, su instinto animal se activó, no hay testigos que demuestren la razón de su comportamiento, pero si quiere lo averiguaré personalmente.

Camina alrededor de mío y me mantengo seria. Entrecierra los ojos mientras me observa, entonces sonríe cuando se detiene delante de mí.

—Supongamos que te creo, aún así has errado dejando que se escape ¿Cómo vas a redimirte?

—Haré lo que sea necesario.

Alza la mano y me entrega una jeringa, yo observo confundida el objeto, así que me explica.

—Alguien debe sacarle sangre a Eloise —Se gira —. Sígueme.

Llego a la habitación dónde la tiene y veo varias brujas muertas en el suelo. La Sangre Pura se levanta del piso como puede, con aquellas cadenas que no la dejan moverse, pero como ya no tienen tanto veneno de licántropo, le es más fácil pararse, sus ojos rojos demuestran que sigue teniendo hambre y que no la dejaron beber la sangre de las personas que asesinó.

Trago saliva.

—¿Y por qué no lo hace usted?

—Porque es divertido sacrificar al ganado —La Reina Madre apoya sus manos en mis hombros —. Además quiero saber si vales tanto como para dejarte vivir.

—Aisha, eres una mala líder —opina Eloise —. Jugar con mi hambre y lastimar a los tuyos te llevará a la ruina.

La Reina Madre se ríe.

—Yo no soy la que está atada.

La vampiresa sonríe y me observa cuando convierto mi varilla en báculo, entonces ladea la cabeza.

—Oh mi niña, esto te va a doler más a ti que a mí.

Seyn

Busco a Darren por todas partes, pero no lo encuentro, es como si la tierra se lo hubiera comido, desde que apareció ese demonio en la posada. Salgo de allí y lo busco fuera, veo a Emmet sentado mirando hacia el techo de una de las casas, pero no hay nadie ahí. Me le acerco para preguntarle.

—¿Has visto a Darren?

—No —dice con esa expresión de nada, la cual no soporto.

Alzo la vista, entonces visualizo llegar a Ace junto con Blake, el adivino suspira al verme.

—Oh que bueno que estás aquí ¿Puedes hacerme un favor?

Levanto una ceja.

—¿Cuál? —pregunto mientras percibo el enojo de Emmet acercarse.

—No vayas por nada del mundo al manantial esta noche, tú no puedes ir a salvar a Aradia, ¿entendido?

—Se más específico ¿De qué manantial estás hablando?

—Las brujas van traer a este mundo a una diosa, usando el cuerpo de tu prima, a pocas cuadras de aquí hay una especie de lugar ritual —explica Blake y luego observa a su hermano —¿De casualidad no tienes mis lentes de repuesto?

—Sí —responde el vampiro que parece un robot —adentro —Se levanta y caminan hacia la posada.

—Así que prepararemos todo e iremos para allá, pero tú no te muevas —me pide Ace preocupado —por favor.

—Está bien, de todos modos no encuentro a Darren —Bufo.

—Que extraño —opina —¿Y has visto al pequeño saltamontes? Parece que la pandilla da vueltas en círculos —Se ríe.

—Sabes —Me lo pienso —no sé por qué, pero tienes razón.

Es muy extraño que todos hayamos podido reunirnos cerca del castillo, y la pandilla aún no lo ha logrado ni una sola vez ¿Habrá algo detrás de esa situación? Últimamente todo es tan raro que hasta puede tener sentido, habrá que prestar atención.