Aradia #5

3. Intentando recordar

Max

Repasemos, estaba viajando en mi moto, escapando de los cazadores por romper las reglas de matar un vampiro sangre pura, me encuentro con una chica bonita corriendo cerca de la carretera, me detengo a ayudarla y a pelear con hombres lobo, luego...

Luego...

¡¿Luego qué?!

No importa, concéntrate en el presente.

Miro como la rubia y pequeñita, de ojos celestes como los de Rein, come sus galletas en la cama y su té de forma muy delicada.

¿De verdad me acosté con ella?

Bueno, no voy a negar que no es mi estilo de chica, me gustan las rubias y la estatura baja está bien para mí pero... No tiene lógica que lo hubiera hecho. Más si era virgen. Digo, no tengo nada contra las puritas pero por solo tener sexo una vez no le veo sentido y a eso me refiero porque la acabo de conocer.

Y si es cierto, me lamento por no recordarlo ¡Hace mucho que no tenía sexo, no es justo olvidarse de algo tan importante! Maldición.

—¿Por qué estamos en este cuarto? ¿Me vas a dar mi ropa? ¿Mis armas? ¿Algo? —Hago puchero —No me puedo quedar aquí haciendo nada, nena —digo recostado cubierto por la sábana hasta mi cintura, viendo cómo come tranquila.

—No soy una nena —se queja.

Me río.

—A todas las chicas le digo así.

—Yo no soy "todas las chicas", me llamo Uri, grábatelo en la cabeza —dice con altanería.

—Y yo soy Max y quiero mi ropa al menos o comida ¿Por qué tú te vistes, comes y yo no puedo?

—No toques mi comida —Me pega en la mano cuando intento agarrar una galleta.

—Bueno ¿Ya me puedo ir? Por lo que sé, esto es un aquelarre de brujas, o sea que van a matarme porque soy su enemigo mortal.

—No van a asesinarte —Se ríe —aunque si te portas mal, puede que te la corten —Muevo los dedos como haciendo una tijerita y me sobresalto.

—¡No bromees con eso! —exclamo alarmado.

—No bromeo, te acostaste con una "bruja ritual".

¿Qué es eso? Necesito leer más libro de seres sobrenaturales o conseguir uno específico de brujas.

—Puedes explicarme ¿qué acabas de decir? —expreso mirándola raro.

—Despues —Se levanta de la cama —ven, vamos a conocer a Madre —exclama feliz pero cuando abre la puerta grita de mala manera —¡¡Guardias!! —y luego vuelve a sonreír —Traiganle ropa —Hace una risilla.

En definitiva, puede que me haya acostado con una loca.