80. Cazadores

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Max

El campo de fuerza del aquelarre Osiris se está desmoronando. Por suerte a la Reina Madre se le arruinó todo, ahora Nyx la está buscando e incluso Eloise. Por eso, el momento, lo estoy aprovechando para escapar. Abro una cochera y al fin encuentro mi moto.

—Hola, cariño —La abrazo.

—¿Puedes dejar de darle amor a tu vehículo? —me recrimina Uri —¿Qué intentas hacer?

—Irnos —le aclaro.

—¿Irnos? ¿del aquelarre? —Se sonroja sorprendida —Pero nunca he salido más allá del bosque.

—¿No crees que es momento? —Chasqueo los dedos.

—Bueno, sí —Se lo piensa y luego me cuenta —¿Sabés? Vi a mi hermana, se veía mejor de lo que imaginé, supongo que si ella puede, yo también —Alza los puños emocionada.

—Bien —Asiento y me monto en la motocicleta, ofrezco mi mano —¿Vienes?

Acepta mi gesto y se sube al vehículo, agarrándose de mi cintura, entonces arranco la moto. A toda velocidad, cruzamos el aquelarre hasta llegar a la frontera, dónde falta poco para llegar al bosque.

Al estar en frente del campo de fuerza, que se abre, veo pasar a los cazadores y freno. No creo que aún se hayan encontrado con Eloise, para que la vampiresa les avisará que la ayudé y así no meterme en problemas con ellos.

—Jefe —le digo a mi superior y bajo de la moto.

El hombre canoso entrecierra los ojos.

—Siempre trayendo problemas, Max —se queja.

—A veces —Me río.

—Esta no te la perdono —Me apunta con su arma.

—¡Ay no! —grita Uri aunque no por esa razón.

Al parecer la Reina Madre iba en esta misma dirección, para escapar de las brujas, puesto que agarra a mi pareja de rehén ¿Algo más puede pasarme ahora? Mejor no preguntar.

Veo a Emmet llegar.

—Creí que estabas muerto —opino.

—Detalles —dice sin expresión alguna.

—Pues no voy a decir que me alegra verte —Me giro hacia la Reina Madre —. Suéltala ahora —le pido para que alejé el cuchillo de mi novia.

—Las brujas ritual, son muy valiosas, aunque la hayas profanado, aún me sirve —me aclara la mujer insoportable.

—Ríndete —dice Emmet —ya es demasiado tarde para ti, las brujas eligirán a otra persona y además, ya estás muerta —dictamina declarando que alguien la asesinará pronto.

De repente salen unos rayos disparados desde lo alto y la Reina Madre es lanzada hacia atrás. Yo actúo rápido y atajo a Uri, preguntándole preocupado.

—¿Estás bien?

—Sí —Asiente mi pequeña rubia.

Veo a Nyx hacer una voltereta y llegar hasta nosotros, cuando se endereza y ve a Emmet se sorprende.

—Estás vivo —Sus mejillas femeninas se sonrojan y luego vuelve a mirar al frente, para observar enojada a la Reina Madre —. Vine por tu cabeza —La señala —las voces quieren venganza.

—Creo que esa es mi línea —Se oye una voz suave y sensual, entonces de repente Eloise aparece detrás de la bruja mayor —. Voy hacer los honores —La agarra y le muerde el cuello de manera agresiva.

—¡Ah! —grita la Reina Madre cuando la vampiresa le corta toda la carne arrancándole hasta la cabeza, la cual rueda en el suelo y entonces el cuerpo cae inerte allí.

—Que sanguinaria —opina Nyx —a las voces les agradó eso, así que por ahora te perdonaré —Levanta un dedo.

—Oh Dios —Mira Uri la escena sorprendida, luego reacciona —. Bueno, se lo merecía ¿Y ahora qué? —Baja las manos poniéndolas en su cintura —Aun tenemos un problema —Señala a los cazadores.

—Caballeros —dice Eloise sonriente mientras se limpia la sangre con un pañuelo —. Tenemos que hablar.

Aradia #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora