Blake
Me duele el estómago, la herida de mi enfermedad se está volviendo abrir. Encima esta soga en mi cuello es tan molesta. Oigo el sonido de las cadenas y observo a Eloise, la cual se apoya hacia la pared, cerrando los ojos mientras respira agitada.
—Mi señora —la llamo y visualizo su iris brillante, ya que ahora me observa —si quiere...
—No me ofrezcas tu sangre —me interrumpe severa mirando hacia el frente —tú también te encuentras débil, además de que estoy seca, necesito más de una persona, así que te mataría sin pensarlo.
—Su autocontrol es admirable —Sonrío.
Se ríe pero la calma se te termina cuando se oye la puerta abrirse. Bueno o eso pensé, después de todo quién acaba de entrar tiene un aire siempre de tranquilo, inigualable. Alzo una ceja.
—¿Ace?
El nuevo vampiro gira la vista hacia nosotros.
—¿Hay algún campo de energía aquí o no? —Se lo piensa, poniendo una mano en su barbilla —Ha sido difícil encontrarte por tu olor.
—Sí lo hay —le contesta Eloise —solo que está en baja potencia por eso puedes incluso vernos.
Los ojos grises de Ace se giran hacia la Sangre Pura y rápido aparece delante de ella, besando su mano.
—Vine buscando cobre y encontré oro. No estoy completamente seguro de lo que me sucede, pero sin dudarlo siento una gran devoción por usted.
Ella se ríe.
—No sabía que pertenecías a mi equipo, llegaste en un momento oportuno.
—Moriría por usted —Apoya su mano en el pecho y yo ruedo los ojos —eternamente.
Ay Dios está en las primeras fases de siervo. Son las peores.
—¿Puedes dejar de coquetear con mi señora y...
Soy interrumpido otra vez, la puerta se abre de nuevo y ahora sí se arruinó la paz. Maldita sea, es la Reina Madre.
—Aisha, ¿Qué te trae por aquí? —pregunta Eloise tranquila.
La bruja sonríe.
—Que bueno que estamos todos, porque quiero comenzar un juego, ya que tengo a mi atracción principal.
¿A qué se refiere?
Jovan
Sigo a mi esposa que corre por los pasillos del castillo, mirando cada ventana.
—¡Espera, Aradia! —la llamo.
—¡Es que lo vi! —responde rápido gritando.
—¡¿Estás segura?!
—¡Sí, era Maik! —Se detiene en un ventanal y se paraliza —Oh no —Gira su rostro a mirarme —es verdad —dice con preocupación.
Me acerco lentamente y observo dónde ha visto. Me sobresalto, veo un enorme poste, muy alto, alrededor de este hay como una energía oscura que lo rodea. Aunque lo que más impacta es que Maik está inconsciente, atado en la cima. Puedo notarlo, es una trampa.
Para Rein.
No solo porque tienen atrapado a su hermano, sino porque esa energía oscura es...
—Están usando a las voces —declara Aradia —o parte de su poder.
Sí, puedo notarlo, esa energía es inconfundible.
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Aradia #5
ParanormalLa razón del todo. Bienvenida al aquelarre Osiris, Aradia. Historia anteriormente llamada: Rechazada. Saga Restauración #5