64. Subconsciente

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Aradia

La jaula ha quedado dada vuelta, aún así no se ha roto. Toso mientras observo que al menos Xia y Eris han logrado escapar porque no están aquí. Algunos guardias también han salido disparados por la ola, incluyendo a Calipso y eso que tenía una soga en sus manos.

—¡¡Seyn!! —lo llamo cuando lo visualizo desmayado en el suelo, entonces al agarrarme de los barrotes me doy cuenta que tengo unos dibujos en forma circular en mis brazos —¡¡Ay!! ¡¿Qué es esto?! —me asusto.

Jovan se sienta adolorido y observa la razón por la que grito, luego las rocas del manantial que ya no tienen esos dibujos allí.

—Creo que la Reina Madre logró algo, pero no sé el qué —opina.

—Sí lo hice —responde la mujer acercándose a nosotros.

—¡Aléjese vieja fea! —le grito alarmada.

—Me arruinaste el plan, pero hice tiempo y conseguí que el alma de la diosa —Mira a Seyn —y alguien que podrá ayudarme, se queden de forma provisoria hasta que logré que sea permanente.

—¿A qué se refiere? —pregunta mi marido disconforme.

—A que dentro de un día, ella dejará de ser quién conoces y lo haré permanente si asesinó a Eris, pero no se preocupen, sé de alguien que estará encantado de ayudarme.

—¡¡Nadie quiere ayudarla, vieja fea!! —la agredo.

—Yo lo haré —Oigo la voz de Seyn y me sobresalto.

—¡¡Te has vuelto loco!! —lo reprendo y cuando lo miro quedo confundida —¿Qué le pasó a tus ojos? —Han cambiado a color azul.

—Te presento a Raimon, el caballero de la diosa —Lo señala la Reina Madre —lo transferí al cuerpo de su descendiente cuando me arruinaste el ritual.

—¡¡Ay no!! —grito alterada —¡¡Devuélveme a mi primo!!

—Lo haré, pero ya no estarás aquí cuando eso pase.

Seyn

Camino en una oscuridad infinita, creo que estoy consciente dentro de mi cabeza. Llego a un recuerdo y me detengo visualizando a una de mis tías.

—¡Ese niño es un peligro para Aradia, desaste de él!

¿Es un recuerdo olvidado? Creo que era muy pequeño cuando oí esto.

—¿Qué niño? —Mi madre le responde refiriéndose a mí, cómo siempre, nunca me ha registrado, siempre he sido nada para ella. En realidad para cualquiera de mi familia. Es cómo si no existiera —Ah, hablas de Seyn ¿A quién le importa? Vive en el invernadero esa cosa, nunca se acercara a su prima, y además no tengo tiempo para encargarme de cosas de brujas.

—¡Te arrepentirás! Será todo tu culpa, si la magia regresa a esta familia, será una catástrofe, todo por ese engendro que tuviste.

—Ignóralo, yo siempre lo hago —Se ríe.

Recuerdo que antes las palabras hirientes me lastimaban y su indiferencia me dolía mucho más, luego solo me acostumbré a su odio.

Sin embargo centrándome en lo importante, yo borré esta conversación de mi memoria. Recuerdo estar detrás de la pared escuchando, pero no me acordaba que hablaban de la magia y la brujería.

Es como si me lo hubieran borrado de la cabeza. De hecho así lo fue. Veo que la tía visualiza a mi yo pequeño y se le acerca, tira la carta cerca de mí, entonces se aleja.

—Es el caballero —murmuro.

—¿Ahora me recuerdas? —Me sobresalto y me giro al ver un hombre alto de ojos azules.

—¿Quién eres? —Frunzo el ceño.

—Me llamo Raimon, y soy tu ancestro. Hace muchísimo tiempo, las brujas me dieron el poder de abrir la puerta de las almas. Soy el único capaz de traer a la diosa de vuelta, pero tengo un pequeño problema.

—¿Y ese cual es?

—Tú —pronuncía tranquilo y veo como un agujero negro se abre detrás de mí —. Necesito tu cuerpo y cómo estás despierto no puedo usarlo a mi antojo, así que, ¿por qué no te haces un viajecito a tu subconsciente? Oí que puede ser aterrador —Avanza hacia mí y yo retrocedo —¿Te da miedo la soledad Seyn? Escuché que la disfrutas mucho —Me patea y caigo en el agujero negro.

Cubro mis oídos y cierro mis ojos cuando siento que me pierdo en la oscuridad de mi mente. Quedarme por siempre en el pasado es estremecedor. No quiero estar aquí, sáquenme de este lugar. Auxilio.

Aradia #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora