Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
⇏...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿...Estará bien con él? —Camille levantó la vista, dándole una mirada por el retrovisor. Mientras tamborileaba con las uñas sobre la superficie del volante, Taehyung estaba en la parte trasera, con la mirada fija el paisaje. La alfa parecía vivir en un área bastante lujosa, aunque no es como si no le sorprendiera. Nadie entendía porque una mujer como ella, con su prestigio, había llegado a una pequeña revista en Corea a dedicarse a algo tan simple.
—¿Te refieres a Jeonggukkie? Estoy seguro que sí. —pronunció sin darle mucha importancia, quizás estaba aprovechándose de la fascinación de Yoongi por Jimin. Sabía que estaría a salvo con el alfa, si había sido capaz de verlo con tal intensidad aún cuando no lo conocía, no le haría daño a él, ni a los suyos.
—¿Pero con él? —mencionó insegura—. Solo... se me hace conocido.
—Cuando conoces a una persona quiere decir que ha hecho cosas malas—Notó como la expresión de la mujer cambiaba, justo como si la hubiera descubierto haciendo algo malo.
—No siempre. No me satanices—se quejó esta, haciendo un puchero al ondularse un mechón con el dedo—. Sé que me gusta criticar a las personas, pero es porque hacen cosas malas, muy malas. Al que tenga que decirle que lo hizo bien, se lo digo. Soy justa e imparcial.
—Que miedo.
—Si lo dices de esa forma me haces sentir mal.
—No hay porqué, solo me parece lindo de tu parte. Eres la única alfa en nuestro departamento y siempre eres servicial con nuestros omegas.
—¿Por qué es lindo? Es lo que todos los alfas deberían hacer, pero no, la sociedad tiene otro punto de vista. Odio realmente las injusticias de alfas hacia omegas—musitó lo último en un tono envenenado, que dejó curioso al omega, pero este prefirió no decir nada.
El auto se detuvo repentinamente, estacionándose en la acera. Camille se quitó el cinturón de seguridad y tomó su bolso y sus llaves. Taehyung la imitó y ambos se bajaron del auto, deteniéndose frente a una casa lujosa que dejó a Taehyung con la boca abierta.
—Límpiate la saliva, Taetae—bromeó esta, mientras él de inocente se limpiaba la comisura de los labios, haciéndola reír—. Bromeaba. Ah, cierto, vivo con un omega, por lo que es probable que esté en casa.
—¿...Tu pareja? Pensé que eras soltera.
—Nah, soltera estoy, de eso no hay duda. Hans es como mi... ¿Dongsaeng?—Camille parecía dudosa al llamarlo de esa manera. Ambos caminaron por la acera hasta llegar a la puerta, la casa estaba sumida en la penumbra. Camille se quitó los zapatos y lo guió por un pasillo, hasta unas escaleras y finalmente hasta una habitación con paredes de un bonito rosa pálido—. Mi computadora está ahí, no tiene contraseña, no tardaré mucho, pero si te aburres puedes jugar algo o escuchar música. Aunque antes...
