Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Taehyung tocó el timbre varias veces, sabía que Kim Boyoung no le había mentido, pero había hablado del viaje en tiempo futuro y realmente esperaba haber llegado a tiempo, porque tenía que resolver ese asunto.
Empezó a impacientarse, clavando su dedo con molestia, estaba herido y cabreado.
La puerta se abrió unos segundos después y solo bastó una mirada de Seokjin para que estallara en llanto en su lugar. El alfa le observó con los ojos muy abiertos, antes de arrastrarlo dentro y rodearlo con sus brazos, solo se aferró a él, una parte de él contenta por ver a su alfa.
—¿Qué te pasó, hermoso?—le preguntó en voz dulce, el omega solo clavó sus dedos en su ropa, hipando como un niño pequeño—. ¿...Tae?
—Te odio—gimió, entre hipidos—. Me haces amarte...y luego me destruyes así como así... ¡¿Es qué piensas que no tengo sentimientos?!
—Seokjin, ¿Qué diablos le hiciste?—Al escuchar la voz de Miyeon, Taehyung lloró aún más, logrando que el alfa observara a la otra mujer con los ojos abiertos como platos, al encogerse de hombros—. Calmalo, haz algo, se va a deshidratar.
—Busca un vaso de agua—Miyeon soltó un suspiro al levantarse de su lugar, caminando hasta la cocina y tomando un vaso, llenándolo de agua antes de regresar hasta donde estaba Seokjin, tendiéndoselo. Este tomó al omega de los hombros y le hizo beber el agua, luego de unos segundos y haberse tomado el vaso, Taehyung pareció calmarse—. ¿Te sientes mejor?
—¡No!
—Yo... me daré una vuelta, para que resuelvan su problema.
—Tú solo quieres al restaurante de brochetas de cordero—Miyeon hizo un mohín, antes de salir del departamento, dejándolos solos—. ¿Ahora puedes explicarm-?
La brusca bofetada le volteó el rostro, sacándole un grito ahogado, antes de poder recibir una explicación, recibió otra que le volteó el rostro al lado contrario.
>>Yah, Taehyung—Se quejó, tomándolo de las muñecas, el omega solo gruñó—. ¡Explícame que te pasa!
—¡Que eres un traicionero! ¡Y te odio! —gruñó, pisoteando el suelo, antes de estallar en llanto una vez más—. Pero también te amo...
—Pero Tae... ¿Puedes explicarme todo? ¿...Y-?—Cuando el menor se pasó las manos por las mejillas se quitó aquella base que estaba cubriendo sus moretones—. ¿Quién te hizo eso?
—Eso no importa...—musitó el, hipando—. Miyeon... ella, lleva a tu hijo...
—¿Qué?—Seokjin negó levemente, secando sus lagrimas y terminando de quitar aquella base, revelando los moretones en el rostro de su omega, aquel ataque de ansiedad que había tenido el día pasado ahora tenía sentido—. No, Tae, no es mío.
