Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Taehyung apenas tuvo tiempo de llegar a su casa, darse un baño y quedar medianamente presentable antes de que Camille llegara por él. Soltó un gran suspiro al esperar en la sala, la mujer había dicho que le avisaría una vez llegara. Y con eso estaba llegando tarde por segunda vez en la semana, esperaba que Seojoon no lo fuera a regañar por llegar casi al mediodía.
Se restregó el rostro y bostezo, antes de sonreír ligeramente pudiendo sentir la leve esencia del mayor sobre su piel incluso después de haberse dado un baño. Ni Jimin ni Jeonggukkie estaban en casa, por lo que no podía comentar nada, pero se aseguraría de llegar temprano para poder conversar todo lo que había ocurrido con Jimin.
El sonido del timbre resonó por toda la sala, sacándolo de sus pensamientos y logrando que revisara su teléfono. Extraño, Camille no le había avisado nada. ¿Quizás se había quedado sin batería? Tomó su bolso y se acercó a la puerta, extrañado, posó su mano sobre la manilla y por alguna razón, decidió verificar si se trataba de la alfa pura.
Grande fue su sorpresa cuando reconoció a la madre de Seokjin ahí frente a su puerta, con una expresión para nada amistosa. Por alguna razón, su corazón empezó a latir con fuerza y sus mejillas ardieron. ¿Qué se supone que hacía esa mujer ahí? Tomó una respiración profunda y salió de la casa, aún debía caminar una distancia prudencial desde la puerta hasta el portón.
Dió un paso y luego, vacilando entre sus opciones.
Lo mejor sería que no le abriera, estaba solo y no sabía que quería hacer esa mujer, pero por otra parte, tenía curiosidad. Tragó duro y aceleró el paso, debía afrontarla. Apretando la llave, abrió la puerta solo unos centímetros y observó a la mujer con las cejas arqueadas.
—¿...Sí?
—Oh, Taehyung-ah—una sonrisa, notablemente falsa, llegó a sus labios—. Me alegra que seas tú quien haya abierto la puerta, era contigo quien necesitaba hablar.
—¿... Sobre?
—¿Recibiste la invitación de la fiesta de compromiso? —Preguntó con una sonrisa leve, mientras abría el paquete que llevaba y adentra a su mano en él, buscando sacar algo. Taehyung trató de que no se le notara, pero por un momento esa simple acción lo aterró. ¿Qué se supone que había ahí dentro?
—Sí, lo hice.
—Entonces, ¿Puedes explicarme esto, pequeña ramera ? —se tensó ante el apodo, mientras la mujer le mostraba una foto, en ella estaba encima de la mesa de aquel penthouse, con Seokjin hundido en su cuello, besándolo. Tragó duro y dio un paso hacia atrás, repentinamente asustado—. Porque parece que no entendiste que Seokjin está comprometido.
—Pero a quién ama es a mí—Respondió en un arranque de valentía, que hizo que la mujer soltara una carcajada y empujara la puerta, haciendolo chillar con su ácida esencia.
