Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Seokjin observó el historial fijamente, había hecho algunas anotaciones sobre Taehyung que luego tendría que enviar a su médico. Consumo de luparia durante la época de antecelo, en un omega con problemas hormonales. Golpeó el escritorio varias veces con la punta del bolígrafo, y con una idea en mente, revisó entre los otros historiales hasta dar con el de Namjoon.
Si comparaba los valores de Taehyung con los del omega menor, incluso Namjoon, que era un omega mucho más alto y corpulento, seguía estando bajo los límites para omegas. Taehyung tenía el nivel de hormonas de un sub-alfa débil. Se mordió los labios y marcó los valores muy bajos, para luego cerrar el historial y tenderselo a su ayudante, quien tomó ambas historias y salió de la habitación.
—Byulyi—la alfa arqueó una ceja y le dedicó una mirada curiosa, la expresión seria de Seokjin se convirtió en una sonrisa amplia, lo que espantó a la otra sub-alfa. Seokjin se levantó, acercandose lentamente a la alfa—. Lo besé.
—¿Uh? Ohhh, pero mirate—bromeó ella, levantándose de su lugar—. ¿Como fue?
La sonrisa del más alto se volvió tímida, aun sus labios sentían las cosquillas y su cuerpo se sentía cálido. Sinceramente, quería sentirse de esa manera para el resto de su vida. Byulyi le picó un costado y movió las cejas de manera sugerente.
—¿Ya puedo esperar la noticia de que seré tía a finales de este año?
—Ya quisiera yo...—suspiro, jugando con su bolígrafo—. Es solo un inicio, Byul, pero era algo que necesitaba, porque ahora sé que él todavía lo siente.
—Bueno, siempre puedes romper tu compromiso—La expresión del alfa puro se tornó seria, la imagen de Namjoon apareciendo en su mente—. Las cosas no son tan complicadas.
—Ojalá fuera así de fácil como dices—la puerta de su oficina se abrió lentamente, mostrando a una sub-alfa de cabello negro. Miyeon le dedicó una mirada seria y él solo pudo fruncir el ceño. ¿Nunca le habían enseñado a tocar?
—Tu madre está aquí, quiere que vayamos a almorzar juntos—Seokjin se cruzó de brazos, dejando su bolígrafo sobre la mesa de Byulyi, que inmediatamente volvió a lo suyo, se quitó la bata.
—Dame diez minutos, espera afuera—Cuando Miyeon salió de la habitación, Byulyi notó como Seokjin rodaba los ojos y colgaba su bata en el perchero—. Y ella es la primera razón de porque todo no puede ser como quiero.
—Bueno, siempre está la opción de irse del país y cambiarse el nombre.
—Esa opción no es viable cuando eres el hijo del ministro y todos conocen tu rostro,Byul—tomó su móvil y su billetera—. Nos vemos luego del almuerzo, tengo una cita que atender a las tres.
—Buena suerte.
—Con este rostro no la necesito, siempre me acompaña.
