Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Parpadeo lentamente al abrir los ojos, la luz blanca lo cegó por unos minutos, nuevamente estaba en aquel sueño, pero esta vez estaba solo. Se levantó de donde estaba y caminó por un amplio camino con baldosas de piedra, a los lados habían enormes arbustos con flores de todos los colores. Eran hermosas y lucían muy bien cuidadas, casi perfectas.
En su sueño pasado había una persona con él, una persona que lo había hecho sentir miles de cosas y a la que no había verle la cara.
¿Había desaparecido?
Giró y observó todo el camino, solo estaba él, frunció el ceño cuando notó como algo aparecía al fondo. Un hombre con una túnica negra comenzó a andar en su dirección, con cada paso que daba, las flores empezaron a morir, secándose hasta tornarse sólo secas ramas y polvo, como si de una plaga se tratase. La piedra empezó a resquebrajarse, luciendo tan débil que daba miedo dar un paso sobre ella.
No pudo verle el rostro, el hombre llevaba una máscara negra como las usadas por los doctores de la peste en el pasado, no sabía porqué pero aquella persona le provocaba una sensación no muy agradable.
El hombre empezó a correr y su única reacción fue hacerlo también, la plaga que mataba las flores se extendió a un más, asustado por lo que pudiera pasarle a él si lo alcanzaba, cerró los ojos y aceleró el paso.
Había sido una muy mala decisión, cayó en el agua, abrió la boca y estiró una mano hacia la parte iluminada, necesitaba pedir ayuda, pero al borde solo estaba aquella figura y cuando estiró la mano para quitarse la máscara, pudo ver su propio rostro.
Aquella sombra no era más que el mismo, que lo observaba con una expresión seria. Carraspeo y trató de nadar, pero fue imposible salir a la superficie. Aquella versión de sí mismo sólo se desabrochó su chaqueta, mostrando que tenía una marca de apareamiento.
Ese Taehyung solo le sonrió, mientras disfrutaba viendo cómo a poco se ahogaba. Se retorció en su lugar, sintiéndose incapaz de hacer otra cosa más que dejarse llevar por la corriente hasta las profundidades.
Se levantó jadeando y tosiendo, observando a todos lados desesperado. Una figura le sostuvo de los hombros con brusquedad, gruño y vocifero cosas sin sentido por unos instantes, hasta que una mano cálida sostuvo una de sus manos.
—Estás a salvo—Le dijo, frunció el ceño y se relajó, observando a Seokjin. Había sido una pesadilla, estaba bien—. Fue sólo una pesadilla, Taehyung.
—¿... Donde estoy? —Se quejó, notando la intravenosa que tenía conectada en la mano izquierda y que estaba en la habitación de un hospital—. ¿Que me pasó?
—Fuiste envenenado—Le explicó tranquilamente este, como si se tratara de algo común. Fue entonces cuando Taehyung notó la bata blanca que tenía sobre sus hombros. ¿Seokjin era... un médico? Si lo pensaba, no sabía casi nada del alfa, que había hecho durante todo ese tiempo y que había sido de su vida.
