Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Seokjin soltó un suspiro y se dejó caer sobre el escritorio del doctor, su rutina se había vuelto un poco descabellada, después de que el contrato finalmente quedará anulado, había estado sobre cargandose de trabajo y cuidando del hermano de Miyeon, para no ver a su madre.
Había estado ignorando sus llamadas y sus tiempos libres los gastaba en bares junto a sus colegas, ya era un tema recurrente en los grandes foros, que decían que Miyeon debía estar pasándola mal sola y que se había ido para no sufrir ese abandono.
Le daban ganas de reír cada vez que leía los comentarios, porque tenían una idea muy errada de él. Además de que, la noticia de que el compromiso se había acabado aún no había salido a la luz.
Un sonido lo sacó de sus pensamientos, tragó duro al notar que se trataba de una videollamada de Taehyung. Observó la puerta y soltó un suspiro, Kyungtae no regresaría hasta mucho tiempo luego.
Contestó la llamada, tapando la cámara con el dedo, para luego desactivar la cámara y el micrófono. La imagen de Taehyung en pijama con una sonrisa brillante logró que su pecho se sintiera cálido.
—Appa—se quejó el otro, acomodándose en su lugar—. Desactivaste la cámara otra vez, ¿Olvidaste como arreglar? Solo le das el ícono abajo. Bueno, tengo algo que contarte. O no, mas bien mostrarte.
Taehyung se levantó y colocó su teléfono frente a él, para levantarse la camisa y mostrar su vientre.
>>¡Se nota! —Soltó divertido el omega, posando su manos en el pequeño bulto—. Mis bebés cada día están creciendo más y más. Eomma y yo hemos estado comprando cosas, aunque no puedo comprar mucho, quiero regresar lo más pronto posible, appa.
El omega se sentó en la cama, aún con su camisa levantada.
>>Extraño Seúl y a Jiminnie, también a Jeonggukkie—Suspiro, acariciandose el vientre con una expresión triste. Sus dedos bajaron su camisa y luego se quedó por unos segundos observando el piso—. También extraño a Hyung... ¿Lo has visto, appa? ¿El... El ha preguntado por mí o por los bebés? Bueno, no puedes contestarme así...
La garganta de Jin pareció cerrarse, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
>>¿El está bien, cierto? Dijiste que estaba solo en Seúl, no he entrado a los sitios coreanos, porque el médico dijo que debía calmarme. Dijo que no le hacía bien a los bebés. —repentinamente esbozó una sonrisa–. Aún no creo que sean dos, hyung siempre dijo que quería que su primer hijo fuese una niña, pero yo quiero un niño. Un bebé gordito y rosadito, con los ojos de hyung y su nariz y... mejor me detengo.
El omega jugueteo con sus dedos, antes de notar la hora.
—Oh, debo ir a bañarme, mamá dijo que me llevaría a esa galería de arte cuando regresará y falta poco, nos vemos más tarde—Taehyung dio varios besos en el aire y luego fingió una voz aguda—. Adiós abuelito.
