Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Taehyung despertó en algún momento de la madrugada, sintiéndose débil y sediento, a un lado una figura que podía reconocer fácilmente dormitaba acurrucado. Observó el atril, donde un suero terminado colgaba y lo que significaba que había recibido otra dosis del supresor. Se quejó, alertando a la figura durmiente de Jimin, que se alzó de su lugar y abrió los ojos como platos.
—¿Que tienes?
—Agua... —jadeo, Jimin tomó el vaso de la mesa y le llenó el vaso, acercándose para llevarlo a los labios del menor. Luego de varios tragos, Taehyung se quejó y Jimin alejó el brazo, pasando una mano por el cabello rojo del otro omega—. Gracias.
—¿Te sientes mejor?
—Hm—asintió levemente, con los ojos entrecerrados. mientras Jimin sacaba las bandejas que había traído con comida y hacía un ademán a ella—. ¿...Es de mi favorito?
—Sí, y esta recién hecho—Taehyung sonrió levemente y se volteó, abriendo la boca para que Jimin lo alimentara. El otro omega solo bufó y tomó los palillos, para quitar la tapa y comenzar a alimentar al omega pelirrojo, que recibió cada trozo gustoso.
—Gracias.
—¿Por qué?
—Te disparararon y aún así viniste a pasar la noche para cuidarme.
—Lo mío desaparecerá pronto, no fueron muchos puntos y los hematomas pronto se aclararan. —Suspiró el mayor de los dos, tomando los últimos trozos para tendérselos a Taehyung—. Además, ahora que está preso, estoy mucho más tranquilo.
—La escoria a dónde pertenece. —Jimin se quedó callado durante unos segundos, antes de levantar la mirada y preguntarle:
—Taehyung, ¿Hay algo que has estado ocultándome?
—No te he sido infiel, minnie. Te lo aseguro. —Le dijo este en tono de voz serio, el omega soltó una risita y negó levemente, arrastrando la silla para poder hablar con él cómodamente.
—No me refiero a eso. ¿Algo te ha estado ocurriendo estos días y no me has dicho nada? Algo delicado. —susurró en voz suave, cálida.
El pelirrojo bajó la mirada y asintió.
>> ¿Por qué?
—Porque pensé que si lo ignoraba, dejarían de molestarme.
—¿Quiénes?
—E-Ellos... Los que me... ya sabes, los que me hicieron daño—Jimin se mordió los labios y tomó la mano de Taehyung—. Me han enviado las fotos que tomaron de mí, me llaman con los nombres con los que me llamaban... Ya a este punto solo he borrado los correos, pero supongo que hicieron algo con el teléfono. No me importa saber, compraré uno nuevo y listo.
—¿Y por qué no me habías dicho nada? Apenas salgas de aquí borraremos esa cuenta y pondremos una demanda.
