Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Taehyung subió al ascensor con una expresión tranquila, había encontrado lo que necesitaba en una tienda de conveniencia y ahora tenía la excusa perfecta para ver a Seokjin una vez en ese día. Tenía ya una semana sin verlo y realmente había ido porque necesitaba su número de teléfono, además... Quería conversar un poco con su hyung.
El año escolar había comenzado, así que Jimin y él habían regresado a su rutina actual. Aunque el turno de Jeongguk había cambiado, seguía manteniéndose la rutina. Jimin lo llevaba, Taehyung iba por él.
Observó el pasillo nervioso, vaciló un momento antes de dar un paso y luego otro. Bien, lo estaba haciendo bien. Solo unos cuantos pasos más y llegaría a su destino, apretó la caja de bombones levemente y se mordió los labios.
¿Quizás era muy arriesgado? ¿Que si se encontraba a Miyeon?
Solo iba a invitarlo a almorzar, los amigos hacían eso.
—Oh, ¿No eres tú el bonito omega de Seokjin?—dio un salto y giró, encontrándose con una de las doctoras que trabajaba con Seokjin—. ¡Lo eres! —sonrió levemente—. ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo?
—Y-Yo...—balbuceo, mientras la mujer ladeaba la cabeza levemente sonriendo—. Cuando entre en frenesí... golpee a una de ustedes, ¿No es así?
—Cierto, a Moonbyul.
—Yo le traje esto para disculparme—Sonrió levemente al alzar el paquete de bombones, antes de que la alfa pudiera hablar, siguió hablando—. Sé que no fue mi culpa, pero les cause problemas y eso no esta bien.
—Bien, sígueme, Moonbyul debe estar almorzando—asintió levemente, la sub-alfa le guió por los distintos pasillos—. Seokjin y Sunmi deben estar con ella, es uno de esos días donde todos estamos juntos.
—¿Es raro que eso pase?
—Nope, solo que las guardias están divididas para que no choquen y haya al menos un médico como nosotros. Hoy, por ejemplo, le toca a Seokjin, así que mañana no estará aquí a esta hora. Luego sigo yo, luego Moon y de último Sunmi, que se queda los fines de semana.
—¿No es dificil trabajar así? Debe ser extenuante. —Hani se encogió de hombros—. No se si debería compararlo, pero cuando hay horas extras en la oficina todos terminamos muy cansados.
—Al principio lo era, supongo que ya no nos molesta porque estamos acostumbrados—La mujer abrió una puerta y le hizo un ademán para que pasara primero, era una especie de cafetín mucho más pequeño que el del hospital. En una de las mesas del fondo se encontraban un grupo de médicos, en ellos notó a un hombre de cabello negro y hombros anchos. Su hyung.
—¡Hani, tardaste demasiado!—Se quejó una voz femenina, la médico solo río y se acercó a ellos, con Taehyung siguiéndola como un cachorrito perdido. Sunmi estaba comentándole algo a Seokjin, que soltó una risita antes de notarlo y levantarse.
