Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Seokjin bajó las escaleras del local desolado, podía sentir a Namjoon siguiéndolo, pero no se detuvo para esperarlo, las lágrimas quemaban sus ojos y se sentía desolado. Taehyung no tenía ningún alfa, entonces, ¿Por qué en la carta decía eso?
Abrió la puerta del auto con demasiada fuerza, Namjoon trotó para alcanzarlo, optando por sentarse en el asiento trasero. Inconscientemente intimidado por la reacción de su hermano, ¿Quién era ese chico? ¿Y por qué Seokjin lo había atacado?
El alfa soltó un suspiro amargo, apretando el volante y la mandíbula.
—¿Hy...ung? —preguntó inseguro, fue entonces cuando la tensión desapareció del alfa y fue reemplazada por una expresión triste—. Háblame.
—Perdón... solo quiere dormir, te llevaré a casa ahora—Seokjin no dijo nada una vez encendió el auto, Namjoon se mordió los labios, acallando esa curiosidad que buscaba saber lo que realmente había pasado. Había tantas cosas sin sentido, la reacción del chico, había escuchado como había llamado "Hyung" a su hermano y la más importante, la reacción de su hermano.
Le había dicho a sus padres que ellos habían sido los culpables de que el desistiera de su búsqueda. ¿Quién era realmente ese muchacho? ¿Y por qué sentía que debía conocerlo? Frunció el ceño y se bajó del auto apenas este se detuvo, dándole tiempo a su hermano de calmarse. Aún podía ver los caminos húmedos de las lágrimas sobre sus mejillas.
Entró en su habitación y dejó sus cosas sobre la cama, soltando un suspiro.
Espera...
El no había llevado nada para la fiesta.
Giró bruscamente, notando el objeto que había dejado a su lado. ¿...El bolso de una cámara? Se palmeó la frente, no le había regresado el bolso a la alfa rubia. Pataleó enojado consigo mismo, había cometido dos errores en una misma noche.
—Torpe, torpe, torpe...—se quejó, abriendo el bolso para buscar un móvil con el que por lo menos poder encontrar la identidad de la alfa extranjera y regresarle sus cosas en cualquier oportunidad.
En la sala, Seokjin abrazaba una caja de cerámica, mientras lloraba en silencio.
Una carta reposaba a su lado.
⌠Hyung, es Taehyunggie.
Creo que ha llegado el momento de sincerarme contigo, aprecio mucho tiempo que has pasado conmigo y todo el cariño que me has dado, pero este tiempo sin estar a tu lado me ha hecho darme de lo mucho que odie estar a tu lado.
Me sentía como en una bola de cristal, donde no podía ser alcanzado por nadie más que tú, eso no es vida, para ti ni para mí. Estar tan ensimismados el uno del otro solo nos hubiera sumido en un espiral tóxico.
