Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Jungkook observó fijamente a Yoongi, con su rostro apoyado en la palma de su mano, desde que había hablado con su padre, el mayor había empezado a buscar universidades on-line para sacar una carrera especifica, ya llevaba dos semanas buscando sus mejores opciones y aún no había tomado una decisión. Jungkook no podía entender su empeño en estudiar, él casi había llorado de la felicidad cuando se había graduado de la preparatoria y como un selecto grupo había decidido no estudiar actuación, sino que había decidido aprender de la experiencia.
—¿No tenías una entrevista hoy?
—¿De qué estás hablando? Estoy de vacaciones, Yoongi-hyung—suspiró, frunciendo los labios levemente. Yoongi giró y le tendió su teléfono—. ¿Con quién tendría una reunión en mis vacaciones?
—Con tu manager, ya tienes como quince llamadas perdidas de él—La expresión de Jungkook cambió en menos de un segundo, levantándose de su lugar y tomando sus llaves—. Cuando regreses trae brochetas de cordero.
—¿Algo más?—preguntó el otro alfa al calzarse los zapatos, Yoongi ladeó la cabeza y luego sonrió levemente, sabiendo que su petición sonaría cómica.
—Trae a Jimin contigo, ¿Podrías?—Jungkook fingió pensárselo, antes de asentir y comentar en un tono divertido:
—Puedo traerlo como un saco de papas, muchos omegas fantasean con eso—bromeó, Yoongi rodó los ojos y lo vio irse, dejándolo solo. Bostezo de manera exagerada y se dejó caer en su lugar, tenía mucho sueño y también hambre. Estaba seguro que Jungkook no tardaría demasiado, odiaba ir a la empresa cuando estaba de vacaciones.
Podía aprovechar para tomar una corta siesta y descansar.
Se levantó de su lugar y caminó lentamente hasta su habitación, se quitó las pantuflas y se dejó caer en la cama, exhausto. Tenía dos semanas comiendo de más y ya sentía que había aumentado de peso. Escuchó como la puerta de su habitación se abría y cuando giró encontró una escena cómica.
—¡Lo traje!—exclamó Jungkook, cargando a Jimin como si fuera un saco de papas, el omega tenía la cara roja, quizás por rabia o vergüenza y sostenía en sus brazos algunas bolsas—. Aunque él trajo las brochetas de cordero solo, yo no le dije nada.
—¡Hyunggie, bájame!—Se quejó Jimin, pataleando, Jungkook lo bajó soltando una risita, antes de abrazarlo—. ¡Eso no fue para nada amable, Jungkook-hyung!
—Lo siento, Jimin-ah... ¿Me perdonas?—ladeó la cabeza e hizo un puchero, pero el omega solo se soltó y caminó hasta donde estaba Yoongi, tendiéndole la bolsa—. Jiminnieeeee—se quejó el actor, pero el omega solo optó por ignorarlo.
—¿Y eso que viniste? Pensé que estarías ocupado hoy—Yoongi le regaló una sonrisa leve al sentarse en su lugar, Jimin se sentó en uno de los bordes de la cama y sacó la botella de jugo de la bolsa que llevaba.
