Kim Taehyung es un omega que vive una vida tranquila, tiene un trabajo estable y personas a las que llamar familia, sin embargo los demonios del pasado son demasiados y pronto volverán, incluyendo a aquél que le hizo más daño, su pareja destinada.
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Seokjin notó cuando Taehyung se levantó y se alejó, por lo que esperó unos cuantos segundos antes de susurrarle algo en el oído a Miyeon, quien asintió y se movió para que pudiera salir, ahora entendía porqué tenía ese mal sabor de boca. Taehyung estaba molesto.
Siguió el camino que Taehyung había tomado, notando como este entraba al baño. Observó a su alrededor y notando que no había nadie más que él, entró al baño de omegas. Taehyung no se asustó por su presencia, solo se inclinó contra el lavamanos y procedió a lavar su rostro.
Seokjin le puso el pestillo a la puerta y se acercó al omega, que solo retrocedió un paso.
—No me toques así.
—¿Por qué?
—Porque hueles mucho a ella y eso me molesta demasiado—gruñó, haciéndolo sonreír levemente—. Voy a golpearte si lo haces, en serio.
—¿Oh? ¿En serio?—Pronunció divertido, ver a Taehyung había sido lo único bueno de ese día, tomando al omega de la cintura y logrando que este se tensara, forcejeando—. ¿Por qué me dejaste solo temprano?
—Hyung...—siseó, tratando de soltarse, mientras el más alto hundía su rostro en su cuello y soplaba justo donde estaba su marca—. Hyung, no—gimoteo cuando el otro comenzó a besar su cuello, aún estaba sensible por el celo y aunque en el fondo quería, no estaba seguro de que fuese un buen momento—. Seokjin...
—¿Ahora no soy tu hyung?—La figura del menor se inclinó contra la fría superficie del mármol, mientras la mano del mayor se adentraba dentro de su pantalón—. Dime, ¿Qué soy?
—Eres...—suspiro cuando los dientes del mayor mordisqueaban su lóbulo y sus dedos rozaban su entrada—, mi alfa.
—No podré llegar al final, pero no voy a dejarte así—le escuchó susurrar, antes de sentir como su pantalón caía y la calidez que rodeaba su cuello desaparecía, un gemido se le escapó cuando sintió la lengua del mayor en su entrada. Apretó los puños y cerró los ojos, había ido solo para molestar a Kim Boyoung, de haber sabido que obtendría algo como eso, habría puesto mejor cara en la cena—. Oh, tal parece que no utilizaste el amplificador...
—O-Obtuve lo... que quería, ¿Para que lo utilizaría otra vez?—musitó, tensándose al sentir la intromisión de unos de los dedos de Seokjin, buscando un área específica. Repentinamente, el otro se separó, sacándole un quejido. Alzó la mirada y notó el color dorado en los ojos de Seokjin, era su lobo... otra vez. Lloriqueo, sintiendo su cuerpo temblar, el alfa solo dedicó una mirada antes de tomarlo del rostro y plantar un beso en sus labios, girando su mirada a la puerta.
—¿...Hyung?—Su cuerpo se tensó, ¿Los descubrirían tan rápido? Sus ojos se abrieron como platos y giró a ver al mayor asustado, pero el rostro de este último no mostró emoción alguna—. Sé que estás ahí, mamá está buscando por ti.
