「Broken Bond」⇛ ⌠JinTae⌡

〘✧-ˋ62≠ Tˊ-✧〙

—No lo hagas frente al niño—le dijo observándolo a los ojos, el hombre solo soltó una risita, mientras Jeonggukkie se comprimía en su lugar abrazando sus piernas. El hombre no había sido amable, pero lo que más temía era que fuese a herirlo—. Te lo diré todo, pero si vas a golpearme no lo hagas delante de él.

—¿En serio tienes ganas de cuidar a un chico cuando podría matarte de un solo golpe?

—Por favor. —rogó, la habían atado a una silla, los amarres cortaban las circulación de sus muñecas y no estaba segura de que fuera a aguantar demasiado así.

—Bien, seré benevolente—El hombre observó al otro hombre en la habitación, que se enderezó en su lugar—. Llevátelo.

Camille casi pudo suspirar de alivio cuando lo vio irse, alivio que no duró mucho cuando sintió un puñetazo que le giró el rostro con violencia, estaba segura que incluso su cuello había tronado en el proceso. ¿O había sido eso su mandíbula? No pudo ni gemir, los ojos le lagrimearon al subir la mirada a ver al hombre.

>>Vamos, ahora dime, ¿Como entro al sistema?

—Tienes que encontrar la terminal, Seunggi me bloqueó. —susurró, la sangre deslizándose por sus labios—. Debe estar en su habitación de hotel, estaba quedándose en gangnam.

—¿Como puedes estar tan segura de ello?

—Intenta entrar con mi contraseña, verás que esta bloqueada. Es renegade. R-e-n-e-g-a-d-e. —le dijo en voz sería, el hombre le dio una mirada al tipo que estaba a su lado y este ingresó al sistema, sólo para que al tratar de ingresar a los archivos, estos se bloquearan, soltando un agudo chillido. La típica pantalla de bloqueo—. Si realmente quieren entrar, tienen que buscar el terminal.

—¿Como sé que no me estas mintiendo?

—Yo trabajo con chismes, busca alguno y verás como tienes acceso a él—mintió, sonando lo más convincente que pudo. Ese no era su perfil, era el perfil del reportero al que Seunggi le había vendido una entrada. Seunggi no era estúpido, pero ellos al no conocer nada del sistema le habían dado una forma de rastrear su teléfono y Camille solo esperaba que Seunggi ya se hubiese dado cuenta.

—Tiene razón. —le dijo el otro, tras teclear algunas palabras.

—¿Así que utilizaba esto legalmente para complementar tus artículos? Que bajo, incluso para una delta como tú—quiso decirle que ya no era uno, pero se quedó callada—. Vaya, vaya, siempre supe que era una puta. —el hombre rio, observando las fotos de una famosa omega que había sido fotografiada varias veces con distintos alfas, en poses comprometedoras.

—El señor Min lo está llamando—comunicó otra voz, al mismo tiempo que abría la puerta y escuchaba los gritos de Jeongguk. Se removió inquieta, alzando la mirada hasta el otro chico, quien había quedado tras la salida del alto hombre.

Este solo le regresó la mirada, antes de girarla, optando por centrarse en la pantalla. Antes de poder hablar, alguien lanzó al niño dentro de la habitación. Este lloriqueo y se arrastró, fue entonces cuando Camille notó el moretón en su rostro.

—Ggukkie.

—Noona—musitó este en voz quebrada, arrastrándose a su lugar—. Q-Quiero... Vo-Volver a casa—balbuceo entre hipidos—. Quiero a papi.

Camille solo pudo observar al otro hombre, quien sólo se hundió en su lugar, sin querer sentir su mirada.

—Ayúdalo, hazlo por él—el hombre se mordió los labios, mientras el pequeño se arrodilla a en su regazo, apretando la tela de su vestido corto—. Por favor.