#EL INICIÓ DEL FIN...
El lugar era oscuro, frío y parecía que nadie lo habitaba desde ya hacia tiempo.
A pesar de ser solo un largo pasillo con una alfombra roja extendida sobre este, que al igual que las paredes y techo, estaba gastada, sucia y no quiero imaginar que era ese olor tan horrible que emanaba de todo el lugar.
Podía ver una puerta al final del corredor por la cual una rendija de luz escapaba ya que estaba entreabierta, un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando sentí la mano de Christopher posarse sobre mi hombro, intentando de alguna manera tranquilizarme.
- Vamos -susurró a mi oído mientras me conducía a la única puerta del lugar.
- ¿no es peligroso que la entrada secreta a este lugar sea un espejo?-cuestione sintiendo que el oxígeno me faltaba cada vez que avanzabamos más a la puerta.
- no, porque solo aparece en presencia de un vampiro, y ya que tu estas con nosotros quizá pensó que eras la cena y te dejó pasar. -habló muy tranquilo Zabdiel.
- me preocupó un poco cuando dices "pensó"- resalte lo último.
- Es un espejo especial, puede llegar a identificar rostros, olor, y voces de únicamente vampiros, de esa manera funciona como entrada secreta.
Christopher tomó el picaporte envuelto en polvo y tiró de este lentamente, asomó su cabeza e hizo una señal con la mano para informar que no había peligros, y otra para que lo siguiéramos.
Intentando hacer el menor sonido posible mientras caminábamos dentro, recorrí con la vista las paredes, había viejos muebles cubiertos con una sabana blanca, y suciedad por doquier, sin contar con ese horrible olor que aún no podía descubrir que era. Un foco pequeño colgaba del techo alumbrando la zona.
- creó que su reunión se lleva a cabo a dos habitaciones de esta. -habló Zabdiel encaminándose al lugar, Christopher tomó mi mano mientras avanzábamos.
Al cabo de un minuto pude oír voces provenientes de la habitación del fondo, rápidamente buscamos un lugar para ocultarnos detrás de unos pilares rotos, intentando escuchar la conversación que se llevaba acabo.
- Sofía... - habló una voz ronca y gruesa que reconocí al instante. -...Al fin viniste, después de tantas veces que te convoque... Aceptase venir hoy.
- si... No pude venir antes porque estaba... ocupada- su voz temblaba al hablar, era claro que estaba nerviosa y asustada.
- Entiendo... Estabas ocupada... ¡CON CHRISTOPHER! - Grito Veltrom perdiendo la tranquilidad por completo.
- Usted me pidió que lo enamorará...
- ¡SÉ EXACTAMENTE LO QUE TE PEDÍ, TE PEDÍ QUE LO ENAMORARAS, NO QUE FUERAS TU LA QUE SE ENAMORE DE ÉL! -Oí un golpe muy fuerte. Dí un respingo en mi lugar.
Lentamente me arrastre por el suelo buscando encontrar una mejor visión de lo que pasaba, a pesar de los susurros de advertencia de Christopher y Zabdiel continúe avanzando hasta llegar al borde del Pilar que era lo más cerca que podía estar de la puerta sin que me vean.
- Yo no... - intento defenderse Sofía, pero fue acallada por otro golpe, que esta vez si pude ver de que era, y no era nada más ni nada menos que la mano de Veltrom, quien tenia una capa negra encima de él cubriendo parte de su rostro, impactando en la mejilla de Sofía, del que escapaban pequeños hilos de sangre.
- ¡NO ME MIENTAS! -Grito otra vez, suspiro cansado y se derrumbo en el asiento atrás de él, con la mano en la cien- Mira Sofía... - habló más tranquilo- Tenemos un trato... Tu me traes a Velez y yo no te mató- Sofía solo sollozaba soltando pequeñas lágrimas, nunca la había visto tan vulnerable como ahora, era solo una niña asustada. -creo que estas olvidando cual es tu objetivo, entiendo que Christopher intente seducirte con sus ya conocidos encantos, siempre fue así. - miré a Christopher con una ceja levantada, el me sonrió avergonzado, rovolote los ojos y gire mi vista- pero tú fuiste entrenada, no quisiera tener que deshacerme de ti y poner a otra chica para que cumpla tu trabajo- se levantó de su cómoda silla y avanzó frente a Sofia. -tu hermano me dijo que estas comenzando a sentir cosas por Velez.
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El Chico Misterioso || Christopher Velez y tu ||
Fanfiction|| COMPLETA || Bien, mi nombre es ___ Brown, típica chica normal ¿sociable? No, para nada. Él, un chico misterioso, peculiar muchacho, con esa mirada fría que te eriza los vellos más pequeños del cuerpo, una sonrisa que te derrite, y unos ojos profu...