CAPITULO 83 - MADRE DESCONSOLADA

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J - ¿Hermana, cariño estás bien? ¡Se me está desmayando! *asustado*
R - No, no no, no estoy desmayando hermano... Sólo que no esperé que fueran Manuel o Emilio los que necesitaban el código azul, estoy un poco sorprendida, es que no imaginé que fueran ellos los que estuviera tan graves. *sufriendo*
Médico - Bueno yo me retiro y en cuanto haya nueva información seré seguramente el primero en venir a avisarles los nuevos sucesos.
Mamá de E - Se lo agradezco mucho doctor.
R - Doctor ¿en serio no podremos verlos?
Médico - Por el momento creo que lo mejor es que no los vean, podría hacer una excepción con Emilio, ya que es uno de los que mejor y más pronto podría recuperarse, ya que sus lesiones son menos graves, pero en estos momentos está sedado como les dije, entonces no pueden verlo ahora. Cuando despierte y lo revisemos, entonces podré decirles si ya pueden entrar a la habitación de él y verlo, mientras tanto les recomiendo a los que no se han bañado, que no han podido comer, que no han podido dormir, que vayan a casa a guardar reposo, que estás 48 horas son críticas y necesitamos que estén frescos al momento de tomar decisiones importantes. Esta noche creo que pasará en blanco ya que ambos chicos; Manuel y Emilio están descansando, así que deberían ir y descansar también ustedes y estar aquí a primera hora mañana. Con permiso.
J - Gracias doctor.
Joaquín toma a su hermana y la sienta en el sofá.
R - No puedo irme y ahora menos que sé que Manuel está tan mal.
J - Yo tampoco me voy.
Papá de E - Perdón que interrumpa, al lado vive un amigo, si no se quieren ir tan lejos puedo decirle que si les presta el baño para que por lo menos se arreglen, ya que desde que pasó todo esto no se han bañado y tienen sangre y todo lo demás.
R - Lo sé señor pero o sea..
Papá de E - No importa lo que piensen, en este momento hagan caso a los adultos mayores, ustedes tienen que bañarse. Así que vayan.

Los chicos van a casa del amigo del papá de Emilio, se bañan, se arreglan y se quedan un momento en la sala de la casa.
R - Hermano, me voy a morir ¿sabes? sé que ha sido poco tiempo, pero necesito más tiempo con él, ya necesito verlo sonreír, necesito amarlo, necesito decirle que no hay nadie que me haga sentir como él me ha hecho sentir este tiempo y no se lo he dicho, necesito que siga viviendo ¿entiendes? Necesito que salga adelante que yo lo estoy esperando, que yo lo amo.
J - Lo sé hermana, yo también estoy muy preocupado por Manuel, que Emilio esté también en una sala de urgencias no quiere decir que mis amigos no me preocupen, pero me preocupa mucho cómo estás ¿viste lo que es la incertidumbre? En estos casos uno trata de ser fuerte, pero es muy difícil porque uno no sabe si a partir del día de hoy le va a tocar estar solo, le va a tocar llorar a alguien que significó mucho para nosotros, pero yo sé que los chicos van a salir fuertes, valientes y victoriosos de esta batalla que espero sea la última, porque estoy harto de llorar, de correr y de sufrir por el mal corazón de los otros, por el momento hermana; vamos a ver a Emilio, que seguramente también nos necesita a todos. Sé que estás 48 horas van a ser de mucha fortaleza, de darle mucha fuerza y de poner las esperanzas en que las cosas van a mejorar, por el momento deberíamos ir al hospital de nuevo, vamos ¿sí?
R - Sí hermano, vamos.

Los chicos llegan a la clínica.
J - ¿Cómo está todo?
Mamá de E - No nos dan información todavía, pero ya veo la situación más calmada en la clínica. Recuerda que antes veíamos a muchos doctores corriendo sin saber nosotros que estaba pasando.
Papá de E - Mira hay algo que te quiero decir hijo, que sé que no es que te importe mucho pero es importante que lo sepas de todos modos.
J - Sí digame
Papá de E - que ya el muchacho Alejandro ha tenido dos recaídas. Está muy grave y no sabemos la verdad sí salga del día de hoy, es lo que se escucha en los pasillos no es que se haya dicho nada, pero te quería informar.
J - Yo la verdad no estoy en condición de desearle el mal a nadie porque eso me haría una mala persona y yo no soy así.
R - Así es. Aunque me sorprendió un poco todo lo que ha pasado, es que los tres chicos en la clínica graves, uno más que el otro es difícil de digerir.
Papá de E - Así es pero hay que ser fuertes. Yo sé que los chicos van a salir de esto, por lo menos ellos van a salir de esta.

El médico se acerca.
Médico - Bueno, Emilio no puede hablar, recuerden que está débil de la garganta pero está despierto y puede recibir visitas, simplemente una persona por favor y no sé, entre ustedes decidan por turnos ¿quién va a ser la persona que va a ver a Emilio?
Mamá de E - *mira a J*
J - Suegra pase usted, no se preocupe. Yo espero, siempre es importante que la madre vea al hijo.
Mamá de E - Yo sé que él quiere verte en primer lugar a ti.
J - Pase usted y yo espero un poco más, por favor.
Mamá de E - Está bien, yo voy a pasar pero a los 15 minutos salgo para que tú tengas la oportunidad de verlo.
J - sí suegra, gracias pronto voy.
Médico - Está bien, pero sólo ustedes dos, ya nadie más tiene permiso de pasar, creo que dos personas es suficiente así que bueno ya está todo dicho, pronto estaré de vuelta.
Mamá de M - Doctor y mi hijo Manuel ¿cómo está?
R - Sí, por favor doctor... Queremos saber algo de Manuel.
Médico - Manuel como les dije está en sus 48 horas críticas, está sedado, estamos viendo cómo responde su cuerpo a los tratamientos y sólo queda esperar.

En ese momento, la mamá de E ingresa a la habitación y ve a su hijo, dentro de muchas palabras hermosas y muchas lágrimas. Le recuerda que no está solo y que su madre siempre va a estar a su lado para apoyarlo y mimarlo, como cuando era un bebé. Emilio simplemente se veía como caían sus lágrimas al no poder hablar, por la irritación en su garganta, simplemente miraba con amor a su madre en todas las palabras hermosas que ella decía para él.
Pero mientras esta escena hermosa y adorable ocurría, de nuevo se llama un código azul en la sala de urgencias y esto es debido a que, Alejandro había tenido un paro cardiorrespiratorio producto de su mal estado.
Su madre recibió la triste noticia de que Alejandro, luego de haber ocasionado un daño triste e irreversible para los tres, había muerto esa tarde.
Mamá de A - Lamento demasiado lo ocurrido, de verdad lamento que mi hijo haya tenido que llegar a tanto, pero él ahora ya no está y no tiene cómo disculparse, por eso lo hago yo.
Todos en la habitación captan las palabras y el sufrimiento de la madre de Alejandro.
La mamá de Emilio sale de la habitación y puede ver el sufrimiento de la madre de Alejandro, decidió acercarse y tocarle el hombro y decirle que lo lamentaba, luego de esto se acerca a Joaquín.
Mamá de E - No hay nada que quiera hacer más mi hijo en este momento que verte a ti y creo que está listo para verte, él no puede hablar pero sus ojos dicen más que mil palabras, su mirada es tan inocente... Así que siento que con la mirada me decía que quería que tú estuvieras en mi lugar, por eso no tuve más opción que salir y venir a avisarte que entres a ver al amor de tu vida de una buena vez.
J - ¿Cómo lo vió?
Mamá de E - Delicado, está muy sensible, herido, llora... Te necesita.
J - Joaquín sin esperar un segundo más entra a la habitación de su novio y en ese momento, al abrir esa puerta y ver a Emilio, su amor, su todo, se conectan dos miradas; una que busca refugio (la mirada de Emilio) y otra que busca dar amor (la mirada de Joaquín).

Continuará

EMILIACO / DETRÁS DE CAMARÁS TAMBIEN ME AMAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora