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— ¡Zayn, Niall dejen de jugar y suban esas cajas!— Les dije al ver que no dejaban de bromear y que aún faltaban cajas por bajar del camión de mudanza para subirlas al departamento.
— Si mamá.— le dio un empujón a Niall.
— Gracias, sólo faltan...— miré hacia dentro y empecé a contarlas.— 10 cajas.
— Podemos llevar dos cada quien.— Sugirió Liam, los demás asintieron.— Ustedes lleven tus maletas.— Nos señaló a Jade y a mí.
Tomé dos maletas de las 4 que faltaban por subir, Jade imitó mi acción y también tomó dos. La recepción del lugar estaba muy linda, el guardia y el recepcionista se habían portado muy bien con nosotros.
— ¿Has notado el comportamiento de Zayn y Harry?— Preguntó Jade mientras íbamos en el ascensor.
— ¿Entre ellos dos?
— Y contigo también.
— Creo que todo es por lo que paso ayer y esta mañana, Harry se enojó mucho, más encontrar a Zayn de esa forma en mi casa.— respondí, en el transcurso de la mañana Zayn y Harry parecían el perro y el gato, Zayn no dejaba de provocar a Harry quien era muy fácil hacerlo enojar.
Solo esperaba que Zayn no le haya contado nada más de lo que ya sabe, anoche no sé que pensaba o si simplemente fue el momento, todo fue muy escena de película. Yo limpiaba las heridas reclamándole que no debió de meterse en esa pelea independientemente de lo que haya hecho Hugh, esas fiestas están caracterizadas por mucha violencia, drogas y como en todas las fiestas, alcohol.
— No iba a permitir que te faltaran el respeto.— murmura con sus ojos puestos en mi. No iba a negar que Zayn era un chico muy apuesto, su rostro armonioso. Era muy guapo.
Mis ojos recorren su rostro y por momento me quedo examinándolo. Destacaba, su piel ligeramente morena resaltaba sus características exóticas. Tiene una mandíbula muy bien definida y sus pómulos prominentes que le dan un aire esculpido. Mi mirada se posa en sus ojos oscuros, intensos, profundos capaces de deterretirse con solo una mirada. Mi vista baja por su nariz hasta llegar a sus labios, se encontraban muy rosados de no ser por el horroroso corte en la comisura de su labio, se verían perfectos.
— Rachel.— mi nombre sale en un murmullo de sus labios desde lo mas profundo de su garganta.
Ambos estabamos muy cerca, sus ojos estaban puestos en mis labios y los mios constantemente se iban de sus ojos a sus labios.
— Zayn.
No sé que pasó pero de un momento a otro ya nos estabamos besando. Era un beso intenso y lleno de deseo. Las manos de Zayn se deslizaron por mi cintura hasta llegar a mis mejillas acercándome más tratando de profundizar aún mas el beso.
